El neozelandés Scott Dixon protagonizó un espectacular accidente en la edición 101 de las 500 Millas de Indianápolis, que terminó con su monoplaza prácticamente destrozado tras chocar con el del británico Jay Howard.
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Dixon, que partía desde la primera plaza, no pudo evitar el choque con Howard, que se le cruzó en la pista tras impactar contra el muro, y el golpe hizo que su monoplaza volara por los aires y fuera a parar directamente contra el muro interior.
Afortunadamente, Dixon abandonó el coche por su propio pie. La carrera fue ganada por el japonés Takuma Sato y Fernando Alonso abandonó.