Netflix

Para todos da Dios. La televisión abierta ??? es eso, abierta a todo el mundo, con noticieros, programas de opinión, programación local e internacional, al alcance de todos. En El Salvador tenemos una tronco de oferta.

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Marlon Cornejo de Santa Tecla celebra el primer gol ante Alianza. Foto/ Jessica Orellana

Por Carlos Alfaro Rivas *

2017-05-22 9:25:17

Uber en transporte, AirBnB en alojamiento, Netflix en entretenimiento. Estrellas de la nueva economía, movimientos telúricos de sus respectivas industrias.

En notas anteriores, hemos comentado la astucia de Uber y AirBnB; ahora platiquemos sobre Netflix.

Hace 20 años, desde Los Gatos, California, cuando la pila era alquilar películas y juegos en DVD, Netflix le hacía la competencia a Blockbuster (QDDG), con la ventaja competitiva de entregas a domicilio. Tanto le picó la pulga al gigante, que Blockbuster trató de comprar a Netflix por $50 millones, oferta que su CEO (Reed Hastings), declinó, prefiriendo seguir cocinando su tamal.

En aquel entonces, no existía el streaming, o distribución de contenido vía internet, pero Hastings ya había desarrollado los algoritmos para ser el pionero.

Esto fue posible hace apenas 11 años, y de inmediato el modelo de negocios de Netflix dejó de gastar en correo, pudiendo entregar películas, documentales y series, directo y sin escalas, a las Smart TV de sus clientes en Estados Unidos.

En 2011 incursiona en Latino América; en 2012 Europa; en China, cuando logre los permisos.

Hoy por hoy, Netflix está disponible en 190 países, con 83 millones de suscriptores que pagan entre $ 8 y $ 12 mensuales (vuele pluma).

Hastings tiene claro que el contenido es adictivo. Por lo tanto, este año invertirá $ 6 billones en producir sus propias series, tres veces más de lo que invierte HBO. El resultado es un estímulo, paralelo a Hollywood, de la producción audiovisual, con renovada demanda por productores, guionistas y actores.

Por cierto, va saliendo la sexta temporada de The Walking Dead. Culpa de que madrugo, solo me queda tiempo para un capítulo diario. Esto no es el caso en la mayoría de los hogares, cuyos habitantes pasan clavados en la pantalla un promedio diario de dos horas, y en las noches se chupan el
35 % del internet disponible.

Los algoritmos de Hastings son otra fortaleza de esta otra maravilla de la nueva economía. Estos logran determinar el contenido más visto por cada televidente, inteligencia que usan para empujar programación que nos mantiene pasmados. Apaga la tele, enciende la mente, dice un grafiti por el Masferrari.

Pero como no la apagamos, Netflix acaba de reportar un valor de mercado de $ 50 billones, gracias a un precio por acción nunca antes visto. Durante el primer trimestre de este año, sumó 7 millones de suscriptores, 73% fuera de los Estados Unidos.

Su profunda huella se compara con la de Facebook en redes sociales y Google en búsqueda. Nació en Los Gatos, pero no es ningún gato.

Amazon, YouTube, HBO y Showtime, se están subiendo a este rentable crucero, pero el pionero no se mosquea gracias a que tiene un pie muy adelante en producción de contenido, sólidas alianzas para distribuir el contenido de otros, presencia global, China en jabón, y el conocimiento de que me gustan las series de acción. Por cierto, qué mujerona es Claire Underwood, de House of Cards, siento que la quiero.

Ahora bien, Regalado ya murió. Además de las 10 bolas mensuales, si quiere Netflix, necesita invertir en un Smart TV, y tener al menos 5 megas de internet, si no quiere que se le caiga la señal justo cuando Claire busca refugio donde su amante en Nueva York.

Para todos da Dios. La televisión abierta ??? es eso, abierta a todo el mundo, con noticieros, programas de opinión, programación local e internacional, al alcance de todos. En El Salvador tenemos una tronco de oferta.

También la tele por cable o dish está cada vez más accesible, tenemos cines de calidad mundial y las películas piratas están a 2 por el dólar.

Cierto, los malacates nos tienen encerrados en la casa y en el centro comercial, en algo nos tenemos que entretener. Menos mal, pues sin toda esta oferta, no fuéramos 6, sino 18 millones.

Moraleja, todo es para el uso y no para el abuso, incluyendo la TV abierta, el cable, el cine, el DVD y Netflix.

*Columnista de El Diario de Hoy.
calinalfaro@gmail.com