La flora autóctona ha existido en Mesoamérica desde antes que los humanos, muchos de los cuales no valoran la riqueza de esta, como una red sustentable de la rica e incomparable biodiversidad del planeta.
Entiéndase por autóctona, originaria de la región en que se desarrolla.
En Mesoamérica tenemos grandes ventajas sobre las regiones polares y áreas desérticas, en los cuales galopa la muerte, debido a que el agua y la comida son recursos casi inexistentes.
Antes de enfocarnos en discursos políticos y religiosos abstractos, llegando a la parálisis por análisis, es mejor enfocar energía y recursos en fortalecer la propagación y aprovechamiento de la flora autóctona.
Es relativamente sencillo aprovechar eficientemente nuestra rica biodiversidad para generar alimentos, maderas, paisajes, medicinas y un ecosistema de vida y esperanza.
Para celebrar
El 5 de junio fue declarado por las Naciones Unidas, Día Mundial del Medio Ambiente, para inspirar a las personas a tomar medidas para evitar que la creciente presión sobre los sistemas naturales del planeta Tierra llegue a su límite.
Esto es más importante en la actualidad cuando la juventud ha sido conquistada por las redes sociales y el mundo virtual, lo que podría hacer que olviden o ignoren la imperiosa necesidad de sembrar árboles para contar con oxígeno, agua y alimentos, además de crear espacios para el desarrollo de especies animales y vegetales silvestres.
Evitar la contaminación con desechos sólidos, líquidos, gaseosos y electromagnéticos es un paso importante, pero a la par se deben promover y apoyar técnica, material o económicamente las campañas de reforestación.
Todo árbol absorbe CO2, se queda con el carbono y libera el oxígeno que respiramos; cada ejemplar es un canal natural para que el agua lluvia se infiltre al subsuelo.
En los programas de reforestación se debe tomar en cuenta ejemplos puntuales: el madrecacao y la leucaena son dos prototipos de nuestra flora a sembrar, pues fijan nitrógeno, son energéticos y forrajeros.
Otras especies adecuadas son caoba, cedro, maquilishuat, guachipilín, llama del bosque, bauhinia y otras.
Este año, el Vivero San Andrés y el Instituto San Andrés ofrecen arbolitos de las especies antes mencionadas y otras, a 10 centavos el ejemplar, como una forma de facilitar planes de reforestación.
Para lograr óptimos resultados, ambas instituciones ofrecen asesoría gratuita a los interesados, sobre las especies más adecuadas y procesos de siembra. Llame al 23050871.