“El hacer ejercicio ha sido parte de mi vida”, reconoce Marina Cienfuegos Cabrera, licenciada en Nutrición y Dietética, pero a la vez también deportista nata, que compite en triatlones y maratones. La familia -específicamente sus padres- también era muy activa en el deporte y desde niña empezó con clases de tenis. Sus dos hermanos también practican triatlón. Ese mismo espíritu pretende transmitir Marina a su hija Mariana, de dos años y medio.
“La nutrición es algo que me apasiona, lo que nosotros comemos es muy importante, y más cuando haces ejercicio. Si no llevas una buena alimentación, puedes no rendir como esperas, aunque te esfuerces durante el entrenamiento”, admite ella.
En ese sentido, la disciplina es clave: “Cuando hice mi primera maratón me di cuenta que hay que ser disciplinado hasta con la hidratación, pues el agua es muy importante también. Lo mismo cuando compites en la triatlón de larga distancia: es fundamental lo que comes antes de empezar a nadar, después, durante la bicicleta y antes de correr. Todo eso te ayuda a ser una mejor carrera. Además, el hacer estos deportes me hizo aprender y entender a los deportistas: el esfuerzo, el sacrificio que esto lleva, las levantadas temprano, el sol, el entrenar en aguas abiertas, controlar tus emociones??? Pues todo siento que todo eso influye en tu mente y te ayuda a terminar”.
Foto/ Menly Cortez
Natalia Rengifo, las dulzuras de una mamá comprometida
Como en casi todas las madres, en la vida de Marina hubo un antes y un después desde la maternidad. “Cuando nació mi hija, mis prioridades fueron cambiando. Tenía menos tiempo y energía, pero eso no significa que nos tenemos que descuidar o dejar de ser las personas que éramos antes de ser madres. Al contrario, Mariana fue mi motor para hacer otra maratón. No sabía cómo iba a sacar los entrenos y ese fue también otro reto. Lo primero que hice fue inscribirme a la maratón, para tener ya la presión de sacar entreno y una fecha, eso ayuda muchísimo”, reconoce.
Por increíble que parezca, la maternidad también convirtió a Marina en una persona más organizada: “Cuando ya eres madre, entre el bebé y el trabajo cuesta mucho organizarse, hay que optimizar el tiempo y la energía. Me dije: ¿cómo voy a hacer además para entrenar?. Es que había días que honestamente quería solo dormir por las desveladas, pero mi hija fue mi estímulo, y eso me hizo esforzarme”.
Ser mamá reciente y a la vez maratonista definitivamente no es fácil, pero Marina aclara que sí es posible. “En mi caso, fue clave el grupo de entrenamiento. Todos trataban de apoyarme en la semana, eso me fortaleció para entrenar aun más. Incluso mi hermano acopló sus horarios a los míos. No me olvido esos sábados que iba a correr 32 kilómetros y luego me iba a trabajar. Ya el día de la maratón, llevaba en la mente a mi preciosa hija. A pesar del frío increíble logré mi meta”.
Foto/ Menly Cortez
Ivonne Ayala, la árbitro internacional que es madre y padre
Desde su rol de deportista, nutricionista y madre, Marina da un consejo fundamental: “Para todas las madres es importante que siempre cuidemos de nuestra salud. Yo sé que hay días que se sienten cansadas entre los niños y el trabajo, pero el ejercicio nos ayuda de una manera increíble a liberar estrés. Además, mejora la calidad del sueño y uno se desempeña mejor en el trabajo y cambia completamente el estado de ánimo”.
Como consejo para cualquier madre, la nutricionista recomienda bajar la app de Pacer en cualquier teléfono celular, una aplicación que cuenta la actividad diaria en pasos: “Ponerse una meta de 10,000 pasos al día y así empezar con algo”. Palabra de especialista.