Ante la crisis ambiental surgen las oportunidades

Programas de Responsabilidad Social Empresarial y el interés de organismos cooperantes deben enfocarse en proteger la naturaleza.

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Por Mariano Villatoro

2017-05-02 10:00:28

El Salvador vive y se acelera en la crisis ecológica, como en tantas otras situaciones, y el inicio del invierno es el momento más oportuno del año para unir esfuerzos y reforestar.

Es una tarea que se debe desarrollar de manera intensiva, con especies forestales y frutales rústicos, que si se siembran en los próximos tres meses, se desarrollarán sin necesidad de mantenimiento, especialmente de riego en el verano.

Todo árbol que sembramos se convierte en una máquina de hacer oxígeno y reservorio de carbono, porque todo árbol respira CO2, absorbiendo el carbono y liberando el oxígeno que respiramos. Toda planta es un protector del agua, puesto que es el canal natural que tiene la lluvia para infiltrarse en el subsuelo.

Las raíces de los árboles sostienen la tierra, de esta forma se evita la erosión o cáncer del suelo agrícola.
Los árboles también rompen las termales, generando agradables microclimas y atractivos paisajes.

De igual forma, todo árbol se convierte en la casa y el comedor de la vida silvestre, especialmente las aves.

Facilidades

La comunidad del Instituto San Andrés y el Vivero San Andrés impulsa este año una campaña para facilitar los programas de reforestación, ofreciendo arbolitos a precio simbólico de 10 centavos cada uno. Se cuenta con cerca de dos millones de ejemplares de diferentes especies para ello.

Es una campaña que se desarrolla como entidad privada y sin ayuda externa, pública o privada.

Muchas instituciones han aprovechado las acciones que se desarrollan desde hace varias semanas, por lo que la promoción se mantendrá hasta el Día del Medio Ambiente (5 de junio).

Es una buena oportunidad para que organismos de cooperación, organizaciones no gubernamentales, empresas privadas (en el marco de los programas de Responsabilidad Social Empresarial) y personas particulares se unan a proyectos de reforestación que permitan hacer frente con mayor facilidad a los daños causados por el cambio climático.

El Instituto San Andrés y el Vivero San Andrés reiteran el compromiso de brindar la asistencia técnica gratuita a los interesados, para que los programas de siembra de árboles sean eficientes.

Se debe aprovechar el inicio de la estación lluviosa, conocer las especies más adecuadas para cada lugar, la distancia de siembra, profundidad de los hoyos en que se plantarán los arbolitos y otros factores.

Muchas personas tienen el entusiasmo y la disponibilidad de reforestar, pero carecen de los recursos. La unión de varios sectores de la sociedad, puede representar un enorme cambio en las condiciones ecológicas del país.