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Una pausa en el trabajo para tomar el café de la tarde.
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Meter el pan dulce en el café es un hábito salvadoreño que muchos disfrutan.
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Algunas vendedoras conversan durante el momento del “cafecito”, pero no dejan de estar pendiente de sus negocios.
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Algunos optan por ir acompañados a tomar el café.
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Ventas de pan dulce sobre la 3a calle poniente, las bolsas con variedad de sabores a $1.
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Algunas personas gustan acompañar su café con cigarrillos.
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Marta Quinteros ofrece café a $0.20 en la plaza Barrios.
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Los vendedores ambulantes caminan calle por calle atendiendo el llamado de sus clientes.
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El café Bella Nápoles es por tradición uno de los lugares que más les encanta a los capitalinos .
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La hora del café también es un momento de concentración.
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Donas de chocolate, con “chispitas” y maní, en el puesto de Don Carlos Barrera sobre la 4a Av. norte.
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Jennifer Alvayero vende café, panes con crema, queso y aguacate a $0.25.