Defensa de mucho respeto junto a otra camada de jugadores que marcaron parte de la gran historia que ostenta Alianza. Nelson “Piocha” Rojas se caracterizó por ser un zaguero que siempre iba con determinación a cada balón, de esos jugadores que sentían la camisa de Alianza.
Fueron 11 años de carrera con el equipo paquidermo y logró colaborar en cuatro títulos de Primera División. Además de la corona del torneo Grandes de Centroamérica que le ganaron al Saprissa, de Costa Rica, en la misma Cueva del Monstruo, en la capital tica.
“Piocha”, apodo que no recuerda bien quién se lo puso, pero que lo lleva marcado en su nombre desde que empezó a jugar fútbol, tiene grabados en la mente momentos gratos de su pasado como futbolista profesional. Uno de ellos es cuando defendió al país en la Copa Oro de 1998, especialmente cuando tuvo el privilegio de enfrentar a Brasil, con figuras de la talla de Romario y la “Bestia” Edmundo, dos grandes goleadores de esa época a nivel mundial.
Su carrera como futbolista profesional la inició en equipos infantiles, con trabajos montados por personas que eran visionarias y con pocos recursos. Rojas recuerda que estuvo en un equipo junto con Mauricio Cienfuegos, antes de llegar al América Tejutla, equipo de la Liga de Plata. Después pasó por el Inca Súper Flat, ambos desaparecidos de la Liga de Ascenso.
El destino lo llevó a realizar una pretemporada con Atlético Marte y, sin muchas esperanzas de poder recalar en el bombardero marciano, tuvo la oportunidad de llegar al equipo capitalino, que en ese momento se preparaba para hacer una gira en EE. UU.
Desde la temporada 1986-1987 empezaron once años de carrera imponiendo respeto y pierna fuerte en la defensa alba, junto con Adrián la Cruz y Mario Elías Guevara, hombres de experiencia y que marcaron también su sello en Alianza.
Diferentes razones lo apartaron del cuadro paquidermo, donde se quería retirar. Se fue a EE. UU. y luego recibió el llamado para poder regresar y jugar en Segunda con el Santa Clara, Súper Flat y el Nejapa, club del retiro.
“Los recuerdos más lindos fueron con Alianza y hasta la fecha los sigo viviendo, en el aspecto que hemos hecho un grupo de familia futbolera. Estamos jugando en la Liga Máster, hemos encontrado jugadores de nuestra época. Esas son de las cosas más lindas que me ha dejado el fútbol”, asegura.
Casi 20 años de carrera como futbolista le deja muchos amigos a “Piocha”: “El tío Macora Castillo, que me dijo que era admirador mío; Mágico González que me invitó a jugar contra Maradona (en el Show Bowl). También conocí grandes personas cuando estuve en el Santa Clara, ellos son el profesor Interiano y al profesor Lara Moscote”.
¿Qué hace?
Tras poner fin a su carrera como futbolista profesional, “Piocha” Rojas trabajó durante casi 10 años en unas escuelas de fútbol de Quezaltepeque junto a su “compadre” Héctor López. Nunca se ha despegado de este deporte que le ha dado el reconocimiento por la hinchada de Alianza. En 2013 también estuvieron juntos en la reserva blanca.
Durante el retiro, también se ha preparado como entrenador, por ahora ya tiene los títulos de entrenador clase C y B, que le han valido para poder entrenar al Quequeisque, de Segunda; junto a Elías Montes, otro histórico de los albos. En esa aventura lograron llegar a una final.
En la actualidad sigue colaborando en la preparación de jóvenes, puesto que “ de esta manera uno devuelve algo de todo lo que nos dio el fútbol”, asegura el exdefensa.
Rojas no se despega del fútbol, también sigue jugando en la Liga Máster, donde comparte cancha con varios de sus excompañeros y también han sido campeones.
Además, con su “familia futbolera”, como él mismo la llama, siempre está en disponibilidad de jugar partidos benéficos, el sábado pasado fue el último que realizaron en la cancha del estadio Las Delicias, casa del Santa Tecla.
El camino continúa y, por ahora, dentro de todos los proyectos futbolísticos en los que trabaja, la “Piocha” tiene en agenda seguir con la preparación de DT para ser clase A.