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Un Boeing 747 transformado en discoteca móvil ha sido instalado en el festival de música Burning Man.
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El cuerpo del avión se dejó vacío por completo para transformarse en una sala de conciertos y de arte.
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La cola fue retirada y una parte del techo en la parte delantera para crear una zona al aire libre.
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En la obra trabajaron mecánicos, arquitectos, soldadores y electricistas durante los últimos meses.
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El avión de dos pisos ha sido instalado en la playa para disfrutar por la noche de las presentaciones artísticas.
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El Boeing 747 recién adquirido y previo al inicio de la intervención.
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El avión mide 45 metros de largo, 19 de ancho y 10 de alto.
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En su interior se respira un ambiente de discoteca, con las filas de asientos sustituidas por sofás y sillones.