Las “Sorpresitas”, una tradición que ha marcado la infancia de los salvadoreños
La sorpresa “La Salvadoreña” es uno de los productos nostálgicos que ha marcado la infancia de varias generaciones en el país. Desde su creación en 1930 fue fabricada por la Confitería Americana en sus presentaciones para niño y para niña. Muchos recordarán la emoción de destapar esas bolsitas de papel para descubrir el juguete diminuto que traía dentro.
Pese a la variedad de productos a los que ha dado origen la sorpresita, esta ha marcado la infancia de generaciones de salvadoreños. Foto EDH/ Jessica Orellana
Este es el envoltorio que dio origen a la presentación de las sopresitas para niña y niño. Foto Menly Cortez
Diseño actual de la presentación del envoltorio de las sorpresitas.
Yanira Ponce ordena minuciosamente los juguetes, por tamaño y clase. Foto EDH/ Jessica Orellana
Dos empleadas de la dulcería son las encargadas del llenado de las sorpresitas. Foto EDH/ Jessica Orellana
Yeimi Pacheco se dedica a embolsar sorpresitas desde hace más de 10 años.
Una de los juguetes que parecen aún en las sopresas para niñas, son estas uñas artificiales para la punto de los dedos.
La regla para armar las bolsitas de sorpresa es que siempre debe haber un juguete grande y un pequeño.
Carritos de la Formula 1 de los años 50 son señal de que las sorpresitas en su esencia no han cambiado.
Los indios, forman parte de los tantos juguetes que se pueden encontrar y que continúan siendo héroes.
José Luis cabrera mantiene la dulce tradición que sus padres comenzaron desde 1930. Foto EDH/ Jessica Orellana
Desde finales de los dos mil, a la sorpresa original se sumó otra modalidad que es la sorpresa Tesoro Infantil, la cual lleva un dulce e incluye un cupón que al completarlo se canjea en la dulcería por el premio indicado. Foto EDH/ Jessica Orellana
La confitería americana mantiene su tienda principal en el Centro Histórico sobre 5ta calle Oriente.
La confitería inaugurará un museo en el que las sorpresitas ocuparán un lugar especial.