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Coreto, náhuat hablantes del país, aprendió la lengua materna de los “tatas” o ancianos de la comunidad.
- En las clases también ejercitan la escritura con palabras que aprenden cada día.
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Entre sus estudiantes hay niños que aún no saben escribir, pero asimilan la lengua desde pequeños.
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Su modesta casa sirve como salón de clases para la escuelita de náhuat. El profe no tiene apoyo de nadie.
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Manuel Coreto junto a sus alumnos. La mayoría de estudiantes está desde el origen de la escuelita de náhuat.
- Los alumnos del profesor Coreto practican pronunciación de náhuat.