Varios hombres encapuchados asesinaron la noche del sábado a cuatro jóvenes en las afueras de Conchagua, La Unión. Las autoridades policiales desconocen aún los motivos del cuádruple homicidio. Dos de las víctimas eran hermanos.
El reporte de la Policía detalla que un grupo de hombres cubiertos de sus rostros con gorros pasamontañas entraron a las 10:30 de la noche en un pick up al cantón Maquigue del referido municipio.
Los delincuentes al encontrar a su primer víctima, Ricardo Antonio García Flores, de 21 años, la acribillaron a balazos. García Flores murió de inmediato.
Los individuos siguieron su camino y a unos 100 metros hallaron a los hermanos Erick Antonio y José Eduardo López Mejía; quienes se emborrachaban en una tienda junto a Pedro Neftalí Gutiérrez Martínez, de 19 años. Erick Antonio tenía, 19 años; y José Eduardo, 30.
De inmediato los individuos encapuchados entraron a la tienda y dispararon contra los hermanos López Mejía y Gutiérrez Martínez.
Erick Antonio quedó en el patio de la vivienda y su hermano cayó muerto en el corredor de la tienda.
Gutiérrez Martínez corrió herido en un intento por escapar de sus atacantes y se metió a la casa contigua. Murió a raíz de las graves lesiones de bala que recibió en el ataque.
El sitio donde se registró el cuádruple homicidio se extendió por unos 150 metros en el que habían gran cantidad de proyectiles de distinto calibre de arma corta y larga, según un oficial de la Policía.
Para la Policía, se trata de dos reconocidos pandilleros y dos colaboradores; mientras que para los vecinos del cantón se trata de cuatro jóvenes que no tenían problemas con nadie y ni tenían vínculos con pandillas.
El jefe policial dijo desconocer si se trata de un grupo de exterminio, “oficialmente no se puede decir nada, esto se va a dirimir dentro de una investigación” manifestó.
José Mejía, padre de dos asesinados, dijo que escuchó los disparos, pero que “no le tomé importancia, después, cerca de la media hora me entere que se trataba de mis hijos” .
Mejía manifiesta que escucho “bastantes” disparos, y aunque no entiende del porqué del asesinato de sus hijos asegura que estos no pertenecían a grupos delictivos. “Ellos no pertenecían a la iglesia, pero yo siempre he estado pendiente de lo que hacen mis 10 hijos” dijo el hombre.