Hay muchos, por ejemplo, las franquicias??? Alguien piensa y organiza un tipo de negocio, demuestra que funciona, lo convierte en atractivo para otros y mediante un contrato entre franquiciador y franquiciado se benefician los dos.
Otro, son los productos con marcas reconocidas cuyo aspecto diferencial es la calidad y su alto precio. Cubren los servicios básicos y otros no tan necesarios, con materiales preciados como el oro o el platino. La gente que los compra los usa públicamente para que veamos su poder adquisitivo.
Pero también existe el modelo de negocio “Low Cost”, que según he averiguado, comenzó con los hoteles, que ofrecían y ofrecen habitaciones confortables y seguras para los hombres de negocios, que lo que necesitaban era un cuarto cómodo y seguro, con un escritorio funcional y facilidades de comunicación para antes de acostarse o de madrugada trabajar en asuntos pendientes.
Continuaron las líneas aéreas, los trenes y los buses chárter para grupos y destinos específicos y la verdad es que este negocio hizo posible que la gente viajara a muchos lugares que ni se los imaginaban, a precios muy bajos. Yo volé de Bruselas a Valencia por 19 euros, aunque entre impuestos y derechos de aeropuertos el boleto subió a 65 euros??? En un vuelo regular hubiera costado 400 euros.
Después llegaron las empresas chinas con una infinidad de productos, que por fabricarlos en grandes cantidades, los precios son tan bajos que resulta imposible competir con ellos??? Y todos sabemos de las cadenas de tiendas que ofrecen una infinidad de productos chinos bonitos y baratos, algunos buenos y otros no tanto; pero nadie niega que la calidad de estos productos ha mejorado y sigue mejorando en la electrónica, los textiles y los productos del hogar.
En la moda tenemos conocidas tiendas que están en todo el mundo, que su éxito fue bajar el precio de la alta moda exclusiva y cara. Crearon diseños, sistema de fabricación y logística low cost que convirtió a negocios familiares en inmensas multinacionales.
Pero en otros ámbitos también es posible ofrecer servicios low cost sin atentar contra la calidad, e incluso mejorándola. Para hacerlo es necesario una excelente administración capaz de controlar los costos y proveer lo básico y necesario, para que el servicio en su esencia sea de calidad y los clientes no sientan ninguna deficiencia. Nosotros lo estamos ofreciendo en programas de formación, donde lo más importante es que los temas que se enseñan y aprenden sean prácticos, útiles, rentables y aplicables, impartido por especialistas experimentados en un ambiente cómodo y seguro y de esta forma la enseñanza es asequible. El cliente low cost busca un servicio de calidad y sin desperdicios.
La lista de productos y servicios low cost es inmensa y si usted es empresario, le recomiendo pensar en un diseño de sus productos low cost, pues ha sido el secreto del boom de las empresas chinas y europeas.
En nuestro entorno ya están ofreciendo con éxito, el pollo empanizado y frito low cost, donde lo importante es el pollo como alimento sabroso y nutritivo, sin los añadidos superfluos que ofrecen otras cadenas.
Si lo piensa bien, también usted, en su empresa puede desarrollar una línea low cost de sus productos, que hoy más que nunca es urgente y necesaria, por la economía y la falta de trabajo.
*Columnista de El Diario de Hoy.
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