El Salvador vivió el miércoles, el día más violento que se haya registrado en el transcurso de este año, según la Policía.
La violencia acabó con la vida de 30 personas, la mayoría de ellas pandilleros o vinculadas a esos grupos criminales, de acuerdo a la Policía.
Seis de las víctimas murieron en el Centro Histórico de San Salvador, otras diez en San Martín, y tres muertes se registraron en San Miguel.
En Santa Ana, Sonsonate, y La Unión; se registraron dos homicidios en cada uno de esos lugares. En el norte de San Salvador, Usulután, La Paz, Cuscatlán, Cabañas y en Ciudad Delgado, reportaron un asesinato cada uno.
“Hoy es una situación que debe de explicar a la luz de un evento que se da producto de un atentado donde fallecen tres personas y el resto es producto de la reacción de la Policía y los que tenemos en el centro son pandilleros de la MS muertos”, dijo Cotto.
Los dos hechos violentos que causaron consternación entre distintos sectores del país fueron los seis asesinatos en el Centro Histórico de San Salvador y las muertes de 10 personas en San Martín. En este último hecho, seis supuestos pandilleros murieron en un tiroteo con agentes de la Policía en la carretera Panamericana, en San Martín.
Los sujetos huían después de haber atacado a cuatro mujeres en la comunidad Anémona. Tres de ellas murieron de inmediato, mientras que la cuarta murió en un hospital.
Los seis supuestos pandilleros, entre ellos el cabecilla principal de la mara 18 en San Martín, fueron interceptados por una patrulla de policías.
Los individuos al verse acorralados optaron por disparar a los agentes, quienes tuvieron que responder al fuego, según el director de la Policía Howard Cotto.
El otro hecho que generó alarma y pánico entre peatones y vendedores del Centro Histórico de San Salvador fueron los seis asesinatos que se registraron en distintos puntos de la zona comercial.
Un vigilante y cinco supuestos vendedores ambulantes fueron asesinados en menos de dos horas.
Las pugnas entre las pandillas por el control territorial del centro capitalino para ampliar sus operaciones criminales y en especial las extorsiones; habrían motivado la matanza, según investigaciones policiales.
Aunque las autoridades policiales aseguraron que el rebrote de violencia se derivó de los problemas que existen entre los vigilantes particulares con las pandillas de la zona porque no les permiten cobrar las extorsiones a los comerciantes.