Algunos comerciantes y vendedores de la zona del centro de San Salvador, donde el miércoles ocurrieron seis homicidios, han relatado que desde 2009 las tres clicas de la pandilla MS que operan en ese sector -Centrales Locos, Peatonales Locos y Sagrados Locos – tienen su propia vigilancia por la cual cobran a los comerciantes.
Según las fuentes, el cobro por mantener el control y cometer ilícitos es de $1 por puesto de negocio, lo que diariamente se convertiría en unos $90 o más dinero para la pandilla, cantidad que sobrepasaría el dinero recolectado mensualmente de extorsión, que es de $20 por cada venta.
Un comerciante señaló que la vigilancia de la MS comenzó en 2009, cuando la empresa de seguridad privada contratada por la alcaldía de San Salvador se opuso a que los vendedores fueran extorsionados. Acusan a quienes otorgan los puestos en los mercados y a personal de esos centros de abasto de supuestamente tener conexión con los pandilleros, y que eso habría incidido para que prescindieran del servicio de vigilantes en la zona de la calle Gerardo Barrios y la 7a. Avenida Sur.
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Quien supuestamente ordena a los vigilantes vinculados a esa pandilla, de acuerdo con la fuente, es el familiar de un pandillero reconocido por cobrar la extorsión.
Comerciante ha denunciado hechos a la Policía, pero no hay resultados
Ante ello, un vendedor manifestó que en persona ha hablado con una oficial de la delegación de la Policía Nacional Civil del centro de San Salvador, pero no ven acciones concretas.
“Yo he ido a hablar con la ???maciza’ de la delegación centro. ???Tenga cuidado con lo que anda haciendo’, me ha dicho”, según relató.
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Además, aseguró que no ve eficiente que militares patrullen por las calles de San Salvador, si al final terminan reuniéndose con pandilleros reconocidos del centro.
Según testimonios, aparte de los vigilantes y los extorsionistas, las maras cuentan con la ayuda de ancianos y “carretilleros” que la mantienen informado sobre las personas que circulan en ese sector. A ellos se suman taxistas.
“Estos colaboradores que tiene la mara ya tienen seis años de estar colaborando… la misma gente. Nunca se la llegan a traer, nunca le dicen nada. Yo he llamado casi unas 30 veces a la Policía, he dado información, nunca ha pasado a más”, denunció el vendedor.