¡Mujeeereeeesss!

Es la era de mujeres de armas tomar, proactivas, sin miedo de expresar lo que piensan, trabajando con garra para que se les cumplan sus sueños.

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Registro policial, foto ilustrativa. Foto EDH / Archivo / Foto Por Archivo

Por Carlos Alfaro Rivas *

2017-03-13 7:55:00

Papi, ¿por qué las mujeres se casan de blanco?,  preguntaba Pepito. “Para que combinen con la refri, la lavadora y la cocina”, respondía Pepote el machote.

Machote de siglo pasado pues, en este nuevo milenio, se casan de blanco, por ser sinónimo de la libertad de una paloma.

Así quedó de claro el 8 de marzo, cuando las chicas de Venus celebraron su día, orgullosas de tanta conquista, y con grito de batalla por todo lo que falta para nivelar la balanza de un mundo machista.

Las salvadoreñas dejaron claro que en la sociedad son la mayoría y, aunque  en la Asamblea solo son 27, juran que pronto serán mita y mita.
 “Así sea, siempre que las 15 restantes vengan con materia gris”, grita la lorita Pepita.

Cierto, cerebro (y ovarios) es la diferencia entre la mujer de este milenio con las tías de Pepito.  Cerebro, gracias al cual, antes sumisas, ahora empoderadas; antes en la cocina, hoy en la oficina; antes cociendo el almuerzo de su marido a fuego lento, hoy “ay vea qué come, amorcito”.

Las de Venus exigen que los de Marte subamos el asiento del chele bocón antes, y lo bajemos después de cambiarle agua a la cotorra. Que demos pacha de madrugada, que vayamos al súper, que no solo toquemos el control y el celular, que cuidadito agarramos patín con los amigotes, etc. etc. etc.

 “Jeeemmm”, expresa mi compadre jucuapense: “cómo no van a fregar si sangran cuatro días y ni se marean”. 

Ahhhh, criaturas de Venus, difícil vivir con ustedes, imposible vivir sin ustedes. 

Me lo pregunto igual que Arjona: “¿Qué hubiera escrito Neruda, qué habría pintado Picasso, si no existieran musas como ustedes?

Mujeeereeeesss…  …No sé quién las inventó…No sé quién nos hizo ese favor, tuvo que ser Dios que vio al hombre tan solo y sin dudarlo pensó en dos”.

Antes del Ommmmm, al inicio de la clase de yoga, la maestra nos pidió inhalar y pensar en algo o alguien que nos produjera gratitud y felicidad.

La profunda exhalación me regaló la hermosa sonrisa de mi media naranja alemanita, a quien Dios puso en mi camino hace 28 años. Danke Schoen!

Tania, nuestra hija millennial, no puede creer que los hermanitos de antes recibían la pechuga y las hermanitas la alita; que las mujeres eran educadas como princesas, a la espera de su príncipe azul. Al igual que MD, piensa que las mujeres reales son las que abren su propio camino, y que hasta el príncipe más guapo se puede convertir en sapo.

Dove, una marca cuyo logo es una paloma blanca, también entiende a las mujeres reales, las incentiva a valorarse por lo que son, y a sentirse bien por no parecer modelos anoréxicas.

Golden nos invita a gozar la vida refrescando el manual, que dice que las princesas no juegan fútbol, ni encienden el carbón, ni sirven la cerveza. Las princesas quizás no, pero las mujeres reales sí.

También nos incentiva a darle fuego al manual de los hombres, que dice que los de Marte no lloramos en el cine, ni nos bronceamos, ni bailamos mejor que ellas. Los machotes quizás no, pero los hombres reales sí. 

Don Mundo reclama sociedades más balanceadas, con igual peso de cerebros femeninos y masculinos, empoderados, apasionados en lo que hacen. Sociedades libres de maltrato físico, sexual y psicológico.

 Es la era de mujeres de armas tomar, proactivas, sin miedo de expresar lo que piensan, trabajando con garra para que se les cumplan sus sueños. De hombres que las escuchen, las valoren, que no pongan obstáculos en su camino.

 ¿De acuerdo? “Ummmmm”, gime dudoso el compadre.

De acuerdo Dove, el maquillaje no es suficiente. De acuerdo MD, las mujeres reales no se educan como princesas.  De acuerdo, Golden, hagamos cuete de vara el manual. 

Cerremos esta merecida oda, cantando con Arjona: Si habitaran en la luna, habría más astronautas que arena en el mar / más viajes al espacio que historias en un barrrrr / no podemos negarlo / son lo mejor que Dios puso en este lugar…. Mujeeereeeesss  (fiuuuuuuuu POM   POMMM suena el cuete surcando el firmamento).
 

*Columnista de El Diario de Hoy.
calinalfaro@gmail.com