La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) realizó un encuentro entre alcaldes de los departamentos de Valle y La Paz, Honduras; y los municipios de La Unión y Morazán, de El Salvador, para abordar el tema Soluciones Naturales y Gobernanza de la Adaptación al Cambio Climático en la cuenca binacional del río Goascorán.
Los temas que trataron fueron la gestión integrada de recursos hídricos, distribución equitativa de los beneficios, las normativas ambientales que tienen cada país, identificación de las áreas protegidas, las posibles medidas para restaurar la zona de los manglares, entre otros.
Nazareth Porras, oficial de proyectos de la IUCN, detalló que el objetivo del encuentro entre autoridades edilicias de ambos países es conocer cuales son los retos, la legislación, llegar acuerdos para hacer una mejor gestión del río Goascorán. Agregó que “ya existen planes de manejo de la cuenca, están esos instrumentos y lo que queremos es ayudarlos a impulsar esos procesos que se transformen en acciones”.
Según Porras, el impacto que tiene la parte del manglar y los desechos sólidos, está entre los problemas que coincidieron los alcaldes y encargados de las unidades ambientales de esos municipios.
De las 13 municipalidades del país involucradas, la mayoría enviaron a sus representantes al encuentro; el único alcalde que asistió es Inmar Barrera, de San Alejo, y explicó que le preocupa “al resto de ediles no le toman importancia a temas relacionados al medio ambiente, a pesar que toda la cuenca del Goascorán están dañada y debe ser de interés”.
Everaldo Chicas, director general de Soberanía del Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, dijo que el propósito es buscar la articulación de esfuerzos a nivel local con las comunidades y gobernaciones junto al Gobierno central, “lo importante de este tipo de encuentro son las propuestas que dan los municipios”, agregó.
Rovell Guillén, coordinador de proyectos de la Fundación Hondureña de Ambiente y Desarrollo (Vida), dijo que desde el 2005 están trabajando y han realizado diagnósticos logrando identificar que entre los problemas que más afectan la región es la plaga del gorgojo, la tala de mangles y la acumulación de basura, además de la extracción de material pétreo.
Son 13 los municipios salvadoreños aledaños a la cuenca: Polorós, Nueva Esparta, El Sauce, Concepción de Oriente, Pasaquina, Santa Rosa de Lima, San José de la Fuente, Bolívar, Lislique, Anamorós, Jocoro, Corinto y Sociedad.
Mientras que de Honduras: Aguanqueterique, Guajiquiro, Lauterique, Mercedes de Oriente, San Antonio del Norte, San Juan, Opatoro, Santa Ana, Alianza, Aramecina, Caridad, Goascorán, Langue, Curaren, Lepaterique y Lamaní.
La cuenca del Goascorán tiene una extensión superficial de 2,613.89 kilómetros cuadrados, en donde el 62.2 % pertenece a Honduras y un 38.8 % a El Salvador.
En el año 2013 varias organizaciones internacionales con el apoyo de grupos gestores de las comunidades fronterizas, trabajaron dentro de un plan estratégico de desarrollo donde, además, identificaron y priorizaron los problemas.
Las zonas son afectadas por constantes inundaciones, deforestación , contaminación del agua por el uso de los agroquímicos en parte alta de la cuenca, el desinterés de los actores locales por la protección del afluente, mal manejo de los desechos sólidos, la pesca con explosivos y otras prácticas que van dañando cada año el Goascorán.
Leonidas Pérez, coordinador de la asociación de Cuencas del Golfo de Fonseca (Acugolfo) manifestó que la bahía de La Unión se ha convertido en una cloaca que debe tener un abordaje dentro de los planes de trabajo.
“Todo lo que tiran arriba del río Goascorán viene a desembocar a la bahía en cientos de toneladas de todo tipo de desechos”, agregó.
La asociación Acugolfo, ha desarrollado pequeños proyectos que van desde reforestación, talleres de buenas prácticas en la agricultura y hortalizas en las comunidades salvadoreñas.