Apenas suena el despertador y, para muchos, ya es un suplicio levantarse de la cama y preparase para la jornada laboral. Demoras, hábitos poco saludables y distracciones complican la productividad y la agenda del día.
Expertos en cultura laboral y administración de Recursos Humanos señalan que responder emails ha primera hora, reuniones mal programadas, entre otras tareas, solo son parte de una lista de “malos hábitos” para una jornada laboral exitosa.
Compartimos las prácticas que no te ayudarán a ser más productivo:
Llegar tarde:
De acuerdo con estudio realizado por la Universidad de Harvard, “los jefes prefieren a los empleados madrugadores que a los trasnochadores”.
Evitar tomar café:
Esta bebida es el motor de muchos y hay quienes lo consumen antes del desayuno o lo equiparan como la primera “comida” del día, sin embargo, científicos explican que la hora ideal para consumir café es a partir de las 9:30 a.m. El argumento es que “el cortisol que regula la energía en el organismo, lo normal es que esté en su punto más alto entre las 8:00 y 9:00 a.m., por ello, si consumen café durante ese horario el cuerpo producirá menor cortisol.
Responder todos los emails:
El trajín del día complica mucho responder a todos los correos electrónicos, por esta razón algunos deciden corresponder a ellos a primera hora de la mañana. Este hábito permite que “otros organicen tu agenda”, de acuerdo con la business coach internacional, Michael Kerr. Lo que sugiere la experta es priorizar los emails urgentes y responder el resto más tarde.
Posponer lo importante:
Los grandes líderes priorizan, según expertos. Este punto de partida conlleva a resolver lo urgente y luego planificar las actividades que son de menor trascendencia.
Reuniones a primera hora:
La autora de “Qué hacen las personas de éxito antes de desayunar”, Laura Vanderka, “las primeras horas del día deben dedicarse a tareas que requieren concentración y creatividad. Por esta razón no es aconsejable agendar reuniones a primera hora porque “son un gasto de recursos cognitivos”.
Pretender ser multitarea:
Con una agenda laboral apretada, el empleado pretende resolver cada una de ellas y en corto tiempo, pues la energía a primera hora del día pareciera hacer sentir que “somos capaces de hacer muchas cosas a la vez y controlarlas todas”. Sin embargo, el multitasking es perjudical para el rendimiento, lo aconsejable es centrarse en una tarea principal durante los primeros 15 minutos de la mañana.
Centrarse en pensamientos negativos:
Los acontecimientos negativos, ya sea a nivel personal o profesional, pueden distraer de las tareas laborales. La experta en workplace, Lyn Taylor asegura que a dichos inconvenientes hay que revisarlos con calma y darle una solución más adelante.