La joven Josselyn Alabí siempre estuvo ligada al deporte. Lo heredó de sus padres, dos basquetbolistas empedernidos que siempre la apoyaron a ejercitarse.
Practicó diversos deportes, pero no podía haber empezado sino que con las cestas, aunque al graduarse de bachiller, comenzó a forjar su propio camino.
Aunque entrenaba y jugaba en la selección de la Universidad tras los estudios, aún le quedaba algo de tiempo, y lo quería invertir en algo muy competitivo.
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