Como alumnos nuevos en su primer día de clases estuvieron los dueños y administradores de los cafetines que funcionan en escuelas o colegios del área metropolitana de San Salvador, durante la reunión convocada por el Ministerio de Educación, para explicarles la nueva normativa que regula desde los días que se pueden vender pupusas hasta exigencias de tipo administrativo.
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Por cuatro horas, el sábado pasado, los asistentes escucharon a la nutricionista y encargada de Programa de Alimentación y Salud Escolar (Pase), Claudia Valle, hablarles sobre la importancia de las nuevas reglas y de los beneficios que ellos obtendrían.
Al finalizar la cita, el mar de dudas e inconformidades de los asistentes fue mayor que cuando comenzó la cita.
La reforma al artículo 113.B de Ley de Educación para regular las ventas en las cafeterías escolares fue aprobado por la Asamblea Legislativa el 5 de noviembre de 2015.
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Sin embargo, el reglamento que contiene las regulaciones aún se encuentra en revisión y debe ser avalado por el ministro de Educación, Carlos Canjura, para que entre en vigencia. Y a partir de la vigencia, hay tres meses de gracia para que los cafetines hagan las modificaciones necesaria para aplicar la norma.
Además, la Defensoría del Consumidor vigilará que los precios en los cafetines sean “acordes y accesibles”.
Sin embargo, los propietarios de los cafetines criticaron la disposiciones y alegaron que las frutas no se encuentran baratas en los mercados y que los niños prefieren las golosinas a la comida saludable.
“Muchas veces recogemos los panes con huevo que los padres ponen a los niños; ellos los botan”, se escuchó entre los asistentes.
Dueños de cafetería opinaron que no se pueden mantener los precios bajos si están pidiendo que se ofrezca carnes a la plancha o fruta.
“ Los niños son gente pobre, nosotros vendemos a 15 centavos, lo más a una cora”, opinó otro de los asistentes.
Piden comer saludable
Cuando el Ministerio de Salud pide que ofrezcan “comida saludable”, se refiere a productos como frutas, verduras, refrescos naturales, pollo, pescado, además de priorizar alimentos de preparación a la plancha, horneados y hervidos, de acuerdo a lo que les explicado en la reunión del sábado pasado, en las instalaciones del Inframen, por la nutricionista Claudia Valle.
Para muchos de los asistentes fue duro escuchar que las pupusas, empanadas, enchiladas, pastelitos estarán limitadas a uno, dos o máximo tres días por semana; así se los notificó Valle.
Pero luego les resultó más duro saber a los asistentes que los proveedores de las empresas de boquitas, bebidas gaseosas o similares ya no podrán ofrecerles producto, si no está autorizado por el Ministerio de Salud y la Defensoría del Consumidor.
“Nos quieren llevar a la quiebra”, declaró una de las propietarias de cafetines al escuchar la directriz.
La encargada del programa PASE les aclaró que es una medida que llevan en coordinación con las empresas que proveen a las tiendas de productos alimenticios y que estas ya estaban preparando productos saludables para las cafeterías escolares.
Primero la fruta, luego colocar la fritura.
Otra norma es promocionar y darle prioridad a la comida saludable, antes que cualquier golosina, eso con el afán de empezar a educar a los menores en el consumo de alimentos balanceados.
La sugerencia es suprimir productos que contengan azúcar, grasa y sodio.
Pero algunos opinan que “la educación se debe iniciar desde casa y que no es conveniente realizarla en los cafetines escolares”, dijo una mujer que asintió a la charla.
Según el estudio Evaluación Nutricional y de Alimentos Fortificados en escolares de primero a segundo grado del Ministerio de Salud, El Salvador 2012, existe sobrepeso y obesidad en los niños de centros educativos privados en un 41.2% y Centros educativos públicos en un 21.5%.
A la batalla entre ofrecer comida chatarra o comida saludable, los asistentes le sumaron el factor: costo de la presentación de los productos o alimentos, debido a que los encargados de chalet deben de mostrar atractiva la comida a los alumnos.
“Vender los productos en vaso es más caro”, advirtió uno de asistentes a la reunión.
Gasto en la cafetería
Según datos presentados a los asistentes sobre un estudio realizado por el Centro de la Defensoría del Consumidor, los alumnos gastan en promedio de $0.35 a $0.50 en los cafetines, diariamente.
El Ministerio de Educación propone que los alimentos sean elaborados por los trabajadores de la cafetería. Incluso, les expusieron que de esa forma las ganancias serían mayor porque pueden obtener ganancias con frutas de temporada.
Sin haber terminado de asimilar la nueva dinámica de trabajo y del menú en los cafetines, otro nudo de interrogantes llegó a los asistentes a la reunión, la cual fue convocada por el Ministerio de Educación con la denominación de charla o capacitación para que fueran acreditados o carnetizados por el Ministerio de Salud.
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Esta vez se trataba de los trámites o permisos que deberían sacar y los costos de estos documentos versus las posibles pérdidas al disminuir sus ventas.
Varios de los citados explicaron que ellos ya pagaban a las instituciones en las que tienen el negocio alquiler que iban desde los 25 dólares diarios hasta otras con pagos de mil dólares mensuales.
“Probablemente el administrador no me va querer bajar la mensualidad, cuando se reporten las pérdidas”, dijo Sofía, cuyo negocio está en un colegio y paga mil dólares mensuales por el alquiler.
Disposiciones y permisos administrativos
Una de las principales disposiciones que deben cumplir los encargados de las tiendas es tener la certificación por parte del Ministerio de Salud para la Manipulación de los Alimentos. Este permiso se renueva cada año, a través de los inspectores de Saneamiento Ambiental de la Unidad de Salud más cercanas al centro educativo, según explicaron varios dueños de cafetines o tiendas escolares.
A los administradores de cafetines les quedó la duda si el carnet dado por el inspector de Saneamiento Ambiental es suficiente para que puedan vender o si necesitan la Certificación de Manipulación de Alimentos, la cual deberán buscar en las oficinas centrales del Ministerio de Salud.
La certificación que proporciona Salud es para el funcionamiento y manipulación de Alimentos y tiene vigencia por tres años. Para obtenerla deben presentar exámenes de heces y orina del personal que trabaja, un balance económico certificado por un contador y certificado que el lugar del negocio está libre de plagas.
De un estimado de 70 asistieron a la capacitación, solo seis personas tenían el permiso de funcionamiento y manipulación de alimentos certificada por Salud.
Otros de los participantes externaron que ya están trabajando con el modelo de Tiendas Saludables y aunque admiten que sí hay pérdidas, les satisface que están contribuyendo a la alimentación saludable de los alumnos.
Tiendas cerca de las escuelas
En el Centro Escolar Walter Soundy, en Santa Tecla, ya se aplica el modelo de escuela saludable. Sin embargo, cuando los alumnos salen de las instalaciones buscan las tiendas cercanas para comprar las golosinas y bebidas gaseosas; “entonces es una situación complicada. En la escuela se está haciendo bien la medida, pero en la familia no nos están ayudando, en el sentido que tienen que educar a sus hijos, sobre el consumo de este tipo de alimentos”, dijo Paz Zetino, profesor en esa escuela.
En cuanto a los tiendas o ventas ambulantes que se encuentran cerca de los centros escolares, Claudia Valle, informó buscarán apoyó de las alcaldías de cada municipio para que se respete la normativa de las cafeterías saludables.
Según estimaciones del programa Pase, hay 5,183 centros escolares públicos, de estos solo 3 mil cuentan con chalet o cafeterías.