SAN SALVADOR. Aunque no debería de ser noticia que se pueda ver un juego sin lamentar acciones violentas, que el Alianza-Firpo terminara sin mayores problemas se convierte en un hecho destacable tomando en cuenta que en casi todas las fechas pasadas, en los encuentros más atractivos, hubo problemas.
En esta ocasión, el dispositivo de seguridad se cumplió y se evitaron mayores problemas, más allá de algunos gritos entre aficionados de distintas barras y frases altisonantes.
A diferencia de otros encuentros en los que, aunque se anuncia que la afición de Alianza saldrá 20 minutos después, les terminan abriendo antes las puertas, ahora no fue así. Además, los seguidores de Firpo, salvo los que quitaban las pancartas, salieron bastante rápido de las instalaciones del Cuscatlán.
Así mismo, se estuvo anunciando constantemente un número de teléfono para reportar hechos violentos y ser atendidos de inmediato en el sector de palcos, a donde ha habido problemas últimamente con el lanzamiento de objetos y cerveza.
Incluso, en varios sectores de platea, se observó a seguidores de ambas barras unos al lado del otro, sin que hubiese acciones que lamentar.
Tampoco hubo pólvora en el estadio Cuscatlán, algo que no se ha venido respetando en los último cotejos. Esta vez, ganó el fútbol.