El Real Madrid avanzó por séptimo año consecutivo de los octavos de final, luego de superar al Nápoli por 3-1 con un gol de Sergio Ramos, uno de Álvaro Morata y un autogol acreditado por la UEFA a Dries Mertens, el mismo que anotó sobre el 24? el gol que puso a soñar a la amplia afición napolitana que colmó el Estadio San Paolo.
La afición local recibió a sus futbolistas con dos amplios mosaicos, que fueron expuestos por los dos fondos. La curva A exhibió una imagen de una serie de súper-héroes y la acompañó con el mensaje: “Este no es un simple partido, es una batalla”. Por su parte, la curva B apostó por la imagen de un barco con el escudo del Madrid que está a punto de hundirse y agregó: “Y ahora hay que hundirles”.
El Real Madrid fue superado en intensidad en el primer tiempo, jugó con excesiva distancia entre líneas y no tuvo la posesión. Desde el inicio apretó el Nápoles que a los 24 minutos se adelantó en el marcador tras un pase de Marek Hamsík que cruzó con un buen disparo Martens.
Repasa el juego entre merengues y napolitanos
La ocasión más clara de un Real Madrid que no aprovechó los espacios, fue para Cristiano tras un pase de Benzema. Tras marcharse de Pepe Reina en el mano a mano, chutó de derecha al poste. El acoso del Nápoles dejó dos intervenciones de Keylor Navas y un disparo a la madera de Mertens.
Pero para el segundo tiempo, dos goles exprés del cuadro merengue, el primero sobre el 50? y el segundo, que fue el autogol de Dries Mertens, tras un segundo cabezazo del defensor español, que se convirtió en el revulsivo del equipo madridista, en una nueva ocasión, como ha sido costumbre en los partidos determinantes. Sobre el final, el revulsivo Morata completó la victoria que fue igual a la lograda en el juego de ida.
Con ello, el equipo madridista esperará su rival para la próxima ronda, en el sorteo a realizarse en Nyon, Suiza, el próximo 17 de marzo.