USULUTÁN. Firpo y Águila quedaron en deuda ante una muy buena asistencia en el Sergio Torres. El partido tuvo buena dinámica, pero pocas ocasiones a gol, con el que terminó en empate a cero.
Era el derby oriental 201, donde el Firpo tenía la espina de la primera vuelta cuando fue superado por los emplumados, por goleada. Pero los migueleños, que pasan por un buen momento, mantuvieron su estilo de juego, al llegar a proponer al campo usuluteco.
El partido comenzó con muy buena dinámica, con los manudos generando la primera de peligro con un disparo de Bryan Landaverde, después de que este la controló desde la media cancha, y al llegar al área, tiró elevado (6’), que se fue sobre la portería.
Esto animó a la afición local, que llegó en buena cantidad, al igual que la visita, que también se hizo sentir en este escenario, que se llenó por completo.
El esquema ofensivo que envió Ramón Sánchez, lo hizo ser constante con el peligro. El 4-4-2, con dos volantes de perfil ofensivo, abonó a que los manudos generaran mucha presión sobre los migueleños, desde su salida.
Mientras Águila, con su 4-3-1-2, le costó acomodarse a esta cancha. Jorge Casanova, téncnico de los migueleños, exigió que tuvieran más soltura para quitarse las marcas y darles otras alternativas a Nicolás Fagúndez y Víctor García, por quienes pasó todas las pelotas, al momento de hacer la transición en defensa y ataque.
Una marca cerrada sobre estos jugadores, también complicó a que los migueleños tuvieran muchas ideas. Pero poco a poco fueron mejorando y soltándose la presión atrás, adelante fueron teniendo algunas aproximaciones de peligro.
Una de las primeras fue el disparo de Irvin Valdez, luego de una pelota que terminó recuperando él, fuera del área grande sacó un remate cruzado, que pasó a un costado de la portería (29’).
A estas alturas, el encuentro se había equilibrado. Toda el trámite ocurrió en la mediacancha, donde también hubo mucha pierna fuerte que exigieron a la cuarteta arbitral, que lideró Ismael Cornejo, a estar más atentos. De muy buenas decisiones en los primeros momentos, después generó dudas con algunas jugadas, que aparentaron ser para más.
En el cierre de la primera parte, Águila pasó a ser más constante sobre la meta de Firpo, pero no tuvo mucha claridad en sus llegadas. Un disparo de García (40’), sobre la portería, y otro de Valoyes, que se fue a un lado, fueron con lo que los emplumados cerraron.
Mientras los toros, con una penetración de Muñoz, tras el pase de Pluchino, Henry Romero fue certero para barrer y terminar la jugada en un tiro de esquina intrascendente (45’).
Cerrado
En el segundo tiempo, la dinámica fue la misma, pero Águila también trató de desesperar a Firpo con el tiempo perdido. Así los manudos se vieron apurados en algunas acciones, pues se sentían más obligados en ganar, por estar en casa.
Pero Águila, cada vez que llegó, asustó. Un disparo de James Cabeza, que exigió en la estirada a Ismael Valladares (50’), un remate de cabeza de Valdez, que pegó en el larguero (57’), más un disparo de García, que rechazó el portero (61’) fueron parte de la presión que realizó el equipo.
Entre esas jugadas, los toros tuvieron una ocasión que quedo para la duda, cuando Pluchino corrió con balón dominado, entró al área y cayó. El referí consideró que no hubo falta y la acción continuó entre las protestas manudas.
Águila mantuvo la constancia sobre la meta de Firpo, pero ya no tuvo más ocasiones con las que pudiera abrir el marcador. Firpo tuvo poca reacción, aunque también incomodó con las aproximaciones que lideró Wilma Torres, quien más insistió sobre la meta de Benji Villalobos, de poca exigencia en el partido.
Al final, el empate a cero fue el sabor amargo de un partido que gustó, por la actitud de los jugadores y el ambiente que impusieron las aficiones. Águila se queda en la tercera, mientras Firpo, quinto. Pero con puestos que arriesgan, en el cierre de esta jornada.