El presidente Donald Trump estaría considerando emitir un decreto que se enfocaría en la deportación de algunos inmigrantes si se vuelven dependientes de la asistencia gubernamental.
Según una copia del borrador del documento en poder de la agencia de noticias AP, el decreto exigiría la identificación y deportación “tan rápida como sea posible” de cualquier inmigrante que se encuentre en el país sin autorización y reciba ciertos tipos de prestaciones de asistencia pública.
La orden, si es firmada, se enfocaría además en los esfuerzos de la Administración Trump para bloquear a inmigrantes que pudieran convertirse en dependientes de prestaciones del Gobierno.
Según las leyes de ese país, los inmigrantes ya tienen que demostrar independencia financiera antes de que se les permita ingresar a Estados Unidos.
El borrador de la orden ejecutiva indica que el Gobierno está considerando tomar medidas no sólo contra los inmigrantes que están sin documentos en Estados Unidos, sino también contra algunos que viven en el país legalmente.
Este decreto se sumaría a la decisión de Trump de suspender indefinidamente la entrada de los refugiados procedentes de Siria, por 120 días la del resto de refugiados y por tres meses a los ciudadanos con visado procedentes de Libia, Siria, Irán, Irak, Somalia, Sudán y Yemen, países de mayoría musulmana.
Dicha medida ha causado rechazo de diversos sectores dentro y fuera de Estados Unidos. La última instancia que ha criticado la decisión de Trump ha sido el Vaticano (ver nota aparte).
Otras medidas
Entre tanto, un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) de Estados Unidos dijo ayer que está buscando espacio adicional para confinar a los inmigrantes detenidos como parte de las gestiones para proteger las fronteras.
El jefe interino del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), Thomas Homan, informó que el gobierno está buscando espacio carcelario para poder detener a más inmigrantes capturados cuando cruzan ilegalmente la frontera.
Homan, quien fue nombrado el lunes por Trump como director interino del ICE (encargada de las deportaciones), dijo que planea implementar la directiva de Trump “perfectamente, y estamos aquí para servir como organización”.
Trump firmó una orden ejecutiva contra la inmigración ilegal que incluye instrucciones de iniciar preparativos para construir un muro fronterizo.
Y debido a las medidas que está tomando el mandatario en materia migratoria, ayer San Francisco demandó al presidente por el decreto contra las ciudades “santuario”.
San Francisco ha sido la primera ciudad en EE.UU. en interponer una demanda federal a la orden ejecutiva de retirar fondos federales a las ciudades que acogen a indocumentados, por considerarla anticonstitucional y una severa invasión a la soberanía de la ciudad californiana.
La demanda dice que Trump trata de obligar a las autoridades locales a abandonar las leyes y políticas de las ciudades santuario y que San Francisco ha adoptado.
La semana pasada el presidente firmó una orden para retirar el financiamiento federal a las localidades que no cooperen con las autoridades migratorias.
El Salvador, pendiente
Por su parte, el Gobierno de El Salvador reiteró ayer que está “dispuesto a luchar” con todos los recursos para evitar la expulsión de los compatriotas residentes en Estados Unidos ante las advertencias de Trump de ordenar deportaciones masivas.
El canciller salvadoreño, Hugo Martínez, dijo durante una entrevista en Madrid, España, que “por el momento” no se ha registrado un alza en el flujo de deportados salvadoreños, “más allá de las variaciones que se suelen dar al iniciar de cada año”.
“Hasta este momento no hubo una acción especial dirigida a los salvadoreños residentes en EEUU y las deportaciones tienen las fluctuaciones normales que se tienen cada principio de año”, indicó Martínez.