Pandilla 18 sin dar tregua en Mejicanos

En última semana, pandillas acribillaron a cuatro taxistas.

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El sábado 21 de enero fueron atacados taxistas de la empresa Los Pinos, la causa ligada a extorsiones.

/ Foto Por Menly Cortez

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2017-02-01 6:49:00

El Salvador Seguro parece que no es efectivo en Mejicanos, el populoso municipio a un paso del centro de la capital: los homicidios registrados en los últimos meses dejan en evidencia la operación territorial de las pandillas, especialmente de la 18 en ese municipio.

Los blancos más notorios en los últimos días han sido comerciantes, taxistas, trabajadores de carwash y de buses, quienes han sumado con sus vidas a cifras alarmantes como nefastas: 171 homicidios en 2015, y 132 el año pasado, según la Fiscalía.

La Policía prefiere no hablar y solo se refiere a los últimos casos de muertes violentas.

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Casi a diario pasan inadvertidos otros hechos delictivos contra los visitantes o habitantes de las diferentes colonias, quienes en algunos casos han tenido que modificar su rutina en su afán por librarse de la criminalidad.

La inseguridad que se vive en el municipio ha hecho que los residentes se encierren en sus casas más temprano o eviten frecuentar espacios públicos que antes eran muy concurridos: parques, canchas o hasta el mismo mercado.

Además, los propietarios de muchos negocios pequeños (tiendas, librerías, panaderías y molinos, ente otros) se han visto obligados a cerrarlos porque las exigencias de los extorsionistas no los dejan prosperar. 

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La masacre más reciente

La mayoría de negocios que se mantienen vigentes es porque sus dueños pagan diferentes sumas de dinero a los delincuentes a cambio de que se les permita trabajar o no atenten contra ellos.

Esto es lo que habría pasado con los agremiados de la Asociación de Taxistas Los Pinos, que hace una semana fue blanco de un ataque armado en el que murieron cinco de sus trabajadores.

Cuatro perdieron la vida por las heridas de bala que les provocaron y uno, aparentemente, por la impresión que le causó saber que sus compañeros habían sido asesinados.

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José Leonel Linares, Ramón García Aguilar, Adán de Jesús Ayala y otro del que se desconoce la identidad murieron acribillados, mientras que Edenilson Cerna pereció tras sufrir un paro cardiaco mientras estaba en una actividad religiosa, a donde le llegaron a contar sobre la matanza.

La hipótesis más fuerte que tiene la Policía es que uno de los taxistas tenía rencillas con pandilleros y por eso habrían llegado a matarlo al inmueble donde funcionaba la cooperativa, en la calle al Volcán.

La víctima estaba con varios compañeros al momento del ataque, por lo que los pandilleros los mataron para no dejar testigos, según la versión oficial.

En contraste, algunas personas que por mucho tiempo fueron clientes de los taxistas y se ganaron la confianza de algunos de ellos han dejado entrever que las muertes serían por el cobro de las extorsiones. 

En 2015, el punto de taxis Los Pinos estaba en las cercanías del punto de buses de la Ruta 2-A, en la colonia Los Conacastes, en Mejicanos, en la calle que lleva a Mariona, señalan la fuentes.


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En ese sector había varios grupos de taxistas pero paulatinamente se fueron retirando porque empezaron a ser amenazados o chantajeados por las pandillas.

En julio de 2016, un taxista pirata fue privado de libertad en la zona; al día siguiente su cadáver fue hallado atado de pies y manos. La víctima estaba dentro del carro, el cual fue dejado cerca del mercado Tinetti, en San Salvador.

Los informantes señalan que los empleados de la empresa Los Pinos no se habrían librado de ser extorsionados y por ello decidieron migrar hacia la colonia Yanira, en el mismo municipio, cerca de la escuela San Alfonso.

Ahí estuvieron unos seis meses y luego se mudaron a pocas cuadras de distancia, hasta la casa donde fue cometida la masacre.

Los exclientes de los conductores relatan que en más de una ocasión ellos les contaron que cada mes entregaban dinero a los mareros para que no les hicieran daño.

El día del cuádruple homicidio, algunos parientes de las víctimas confirmaron esta versión. Sin embargo, dijeron que ese no habría sido el móvil del ataque porque, hasta donde sabían, sus familiares iban al día con los pagos.

Pero a decir de las fuentes, los trabajadores les confiaron que en diciembre los mareros les hicieron un exigencia difícil de cumplir.

“Ellos comentaban que estaban preocupados porque para la Navidad les habían pedido un bono de 1,200 dólares. Decían que les estaba costando reunir el dinero”, según un antiguo cliente.

Recientemente, uno de los taxistas también relató a otro cliente que había recibido una oferta tentadora de unos delincuentes, pero la rechazó. El trato que le ofrecieron fue que le pagarían entre 80 y 100 dólares si los llevaba hasta el Centro de Readaptación de Menores de Ilobasco.

Él no aceptó la petición por temor y desconfianza, ya que le advirtieron que la carrera debía hacerla a medianoche. 

El martes -tres días después del múltiple homicidio- dos pandilleros de la 18 fueron detenidos junto a sus cónyuges tras una balacera con policías en la colonia San José, a pocas cuadras de donde fueron ultimados los taxistas.

Fuentes policiales informaron que David Melgar, (a) Sapo, y Elías Rivas podrían haber participado en el cuádruple homicidio. Les decomisaron un arma y drogas.

Homicidios sin parar

La noche en la que fueron asesinados los trabajadores, las autoridades registraron otro ataque en la colonia San Mauricio, en el mismo municipio.

El jefe de la Subdelegación de Mejicanos, Hugo Salinas, informó que un hombre murió y otro resultó lesionado. Horas antes del hecho, ambos participaron en un encuentro deportivo en el que tuvieron problemas con pandilleros.

Las autoridades presumen que tras ese incidente, los delincuentes siguieron a los hombres para matarlos. 

Hasta el viernes pasado, la Policía había registrado nueve muertes violentas en el municipio. Entre las víctimas estaba un vigilante privado, quien fue atacado en la colonia Zacamil; la dueña de un negocio de lavado de carros que fue asesinada en el bulevar Constitución y un hombre que murió acribillado tras salir de una consulta en la Unidad de Salud, en la calle El Algodón.

Los hechos de sangre se siguen cometiendo pese a que ese municipio está en el plan El Salvador Seguro, con el que la violencia debió disminuir.

En octubre pasado, Mejicanos sufrió una escalada violenta que acabó con la vida de motoristas del transporte público, pequeños comerciantes y trabajadores de car wash.

Las autoridades también reportaron la desaparición de estudiantes y la deserción escolar.

Salinas califica de “hechos aislados” las muertes registradas este mes y no cree que haya un repunte de homicidios. 

Por el contrario, dice que el trabajo policial permitió que la cifra de homicidios cometidos en 2016, descendiera a 131 casos el año pasado, cuando en 2015 fueron 172.