Diagnóstico de las políticas de seguridad pública y ciudadana

Toda planificación de políticas públicas debe tener su integralidad en el largo plazo y su desarrollo debe ser incremental, gradual y continuo.

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Los asistentes podrán replicar los conocimientos en la implementación de programas sociales propios de cada una de las organizaciones.  Foto EDH / René Estrada

/ Foto Por Fotos por Ren??© Estrada.

Por Mauricio Vargas*

2017-02-03 7:50:00

Las políticas de seguridad pública y ciudadana de este Gobierno descansan en el “Plan El Salvador Seguro”, diseñadas durante la administración del expresidente Funes y retomadas por el actual Gobierno. 

Están estructuradas en: 
•    5 ejes, 
•    22 estrategias y 
•    113 líneas de acción. 

Podría asegurarse con rigor académico que en su diseño “El Plan El Salvador Seguro” es sumamente complejo. Su premisa es la de transformar la sociedad y las estructuras gubernamentales, en un enfoque de 50 municipios, pero no hace ningún enfoque, ni toma en cuenta la realidad de la violencia presente en los municipios ni en la contención directa y eficaz, a las pandillas y pandilleros que permita recuperar el control territorial. Este enfoque es correcto para un plan nacional o quinquenal de desarrollo, en el cual los parámetros son normales y universales, lo cual no es el caso y no se toma en cuenta como factor el nivel de violencia existente la inseguridad de los territorios, lo que considero falla de origen. Lo anterior está ausente de la visión integral. El no tomar en cuenta lo anteriormente expresado no comprende una visión estratégica correcta y hacerlo como está planteado es un asistencialismo y tolerancia a la delincuencia de los que hoy utilizan el territorio como medio de dominación y subsistencia. Es convertir a las pandillas en un estado paralelo al no ejercer el control territorial para la restauración de áreas, y es ponerle a la población el yugo de vivir bajo las reglas de ellos. Hay que priorizar el control territorial.

En una planificación en su estructuración compleja tendremos menos la viabilidad como políticas públicas de seguridad, porque reclaman el concurso de más instituciones, más personas, más recursos, más tiempo y nuevos marcos legales. Tampoco se puede pretender distintas cosas que no se pueden conseguir simultáneamente como están desarrollándolo en su ejecución. No se puede obtener todo a la vez, al menos en el corto y mediano plazo. Toda planificación de políticas públicas debe tener su integralidad en el largo plazo y su desarrollo debe ser incremental, gradual y continuo.

Toda política pública se basa en el conocimiento y la racionalidad para formularla como clave determinante del éxito. No toma en cuenta las restricciones que lo condicionan en lo político, legal y financiero, condiciones indispensables para tener eficacia, ya que el no reconocerlas provoca brechas de implementación, que es lo que vemos, lo que esto representa es, que lo que se planifica no se ejecuta o por lo menos como se preveía. Tampoco permite un buen control y su evaluación, ya que distintas cosas no se pueden conseguir simultáneamente, lo que se necesita es trasladar la integralidad al plano del largo plazo y las acciones deben ser priorizadas, incrementales con logros graduales y continuos por la complejidad del problema.

El plan tiene como fundamento la exclusión y la marginación como causas de la violencia, no reconoce la realidad de violencia existente en esas áreas y por lo tanto hace sus prioridades en atacar los factores de la violencia contemplado en las ciencias auxiliares de la teoría de seguridad y criminología y por tanto no prioriza la recuperación integral del territorio nacional. Ponen la carreta delante de los bueyes. 

Tampoco se tiene diagnóstico de los 50 municipios, de estos solo tres lo tienen por lo que en su integralidad se convierten en acciones aisladas que no comprenden el corto, mediano y largo plazo como dije anteriormente con logros graduales y continuos. 

No se tiene en cuenta el problema fiscal y las limitaciones financieras, se proyectan necesidades de 2,200 millones de dólares que no se tienen y se quieren cubrir con la obtención de más deuda, lo cual es contradictorio al problema principal del déficit fiscal y al aumento de la deuda. “No hay plan sin dinero ni dinero sin un plan con visión estratégica integral”. Hay que redefinir el gasto estatal en seguridad en dirección del control del territorio y desarrollo subsiguiente de los planes de prevención.

¡El que tenga ojos que vea; el que tiene oídos que oiga!

*Diputado de ARENA.