¿Desde cuándo el show musical del Super Bowl se volvió tan importante?

Al principio, en el medio tiempo tocaban bandas universitarias. En la década del 90, con Michael Jackson, llegó la revolución.  

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elsalvador.com

Por Claudio Martínez

2017-02-04 11:45:00

Cuando el próximo domingo Lady Gaga despliegue todo su arsenal artístico en el show del medio tiempo del Super Bowl, se habrá batido un récord. Nunca antes montar un espectáculo musical había requerido tanta inversión: 10 millones de dólares. Y eso que, como es costumbre, los artistas no cobran un centavo por su actuación.

Por estos días, el show del entretiempo se ha convertido en un espectáculo en sí mismo. Es más, muchos serán incapaces de nombrar los dos equipos de la NFL que se enfrentarán en Houston, pero sí en cambio dirán con exactitud quién es el/la cantante que actuará en el mediotiempo.

¿Pero siempre ha sido así en los 51 años de vida que lleva el Supe rBowl? No, para nada. Al principio, el show simplemente consistía en la actuación de algunas bandas universitarias, como las de University of Arizona y la Grambling State University de Lousina, que animaron a los espectadores en la primera edición, la de 1967.

Si bien la oferta del show fue mejorando con el correr de los años, los cambios no fueron demasiados durante las dos siguientes décadas.

Hubo espectáculos con personajes de Disney, coreografías, imitadores de Elvis y hasta ignotas bandas caribeñas, cuyos integrantes seguramente le dirán a sus nietos “yo toqué en el show del medio tiempo del Super Bowl”.

En los 90 llegó el gran cambio, específicamente el 27 de enero de 1991, cuando en Tampa la gran estrella fue la banda New Kids on the Block, el grupo musical de moda. Eso sí, con ellos estuvo Mickey Mouse.

 

Del resto se encargó Michael Jackson, en 1993, que entregó un auténtico show con efectos especiales. Ya nada volvería a ser igual. A partir de allí el concepto empezó a cambiar y el mundo del entretenimiento y del deporte hicieron una alianza sellada a fuego.

 

¿Qué vino luego? Gloria Estefan, Tony Bennett, James Brown… El escenario y la iluminación ya eran propios de un megaconcierto… Así vimos fusiones como aquella de Aerosmith y Britney Spears en 2001, Phil Collins, Enrique Iglesias…. ¿Y cómo olvidarse de la edición 2004 con el duo Janet Jackson y Justin Timberlake? El joven cantante agarró el corsé de Janet Jackson y lo estiró hasta dejar ver el pecho de su compañera. También U2, Rolling Stones, Paul McCartney, Prince, The Black Eyed Peas.  

Con el paso de los años todo era más sofifisticado. Ya no era solo quién cantaba sino qué de especial tendría su show. Así llegaron Will.i.am, Madonna y su circo, Beyoncé y las pantallas en el suelo, Bruno Mars y los Red Hot Chili Peppers, el concierto de Katy Perry y el más reciente de Coldplay.

Los tiempos han cambiado. Aquellas bandas universitarias que interpretaban “Campanas de libertad” o “Cuando los Santos vienen marchando” de los primeros años le han dejado espacio a megaestrellas cuya popularidad eclipsa incluso a los auténticos protagonistas del Super Bowl: los jugadores.