Aumenta la deserción escolar

Es urgente la necesidad de fomentar la educación en valores, insistiendo con los padres de convencer a sus hijos que acompañarse a tan corta edad es el medio seguro de seguir en la pobreza.

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elsalvador.com

Por Teresa Guevara de López*

2017-02-04 7:19:00

Aumenta la deserción escolar en las instituciones públicas, a pesar de los millones que el FMLN ha dedicado a programas sociales para detenerla, atribuyendo sus causas a motivos más de corte sentimental que técnico, como que la pobreza no permitía a los padres comprar uniformes, zapatos y útiles. Los resultados refutan totalmente estos argumentos, porque la deserción escolar va en aumento.

Aunque es cierto que la violencia y la inseguridad han hecho a muchos alumnos abandonar sus estudios, otro factor importante es el poco entusiasmo y motivación de niños y jóvenes de caminar largas distancias para llegar a pasar un día entero, y todo el año, en lugares poco atractivos. Una escuela en ruinas es lo más alejado de ese templo del saber, que nos pregonan poemas e himnos dedicados al maestro y a la escuela.

Y que los padres, a pesar de su pobreza, deben contribuir para comprar papel, plumones y lo más básico necesario, porque aún no se entrega el presupuesto 2016, y comprar gas, leña y condimentos para preparar el refrigerio de los niños. Todo en lugares insalubres, focos de infección causantes de enfermedades, con lluvia en invierno, polvazones en verano, sentados en el suelo porque todo el mobiliario está destrozado. Ante este panorama tan repulsivo, se comprende que los cipotes prefieran quedarse vagando.

Pero hay otro factor de fuerte incidencia en la deserción escolar, y son las preocupantes cifras que el Minsal da sobre embarazos adolescentes. Cada 21 minutos hubo una adolescente embarazada en el país; 69 niñas embarazadas cada día; los embarazos se dan desde los 10 años, con el consabido riesgo para la madre/niña y su bebé y la certeza de que no seguirá estudiando y continuará con la cadena de pobreza al llevar a su casa una boca más, sin ningún ingreso extra. 

Resulta increíble conocer que los artículos 14 y 18 del Código de Familia, permiten el matrimonio infantil, y que 7 de cada 10 niñas, se acompañan, a veces con jóvenes de su misma edad o con adultos, en muchos casos con la anuencia de los padres, que hasta permiten que la pareja se mude a vivir a la casa familiar, aumentando así la promiscuidad y la pobreza porque ninguno de los dos “acompañados” ha aprendido a trabajar y no le interesa estudiar.

Lamentablemente, las medidas tomadas por el Estado, con apoyo de la ONU y otros organismos internacionales que son los que proveen los fondos, son campañas de salud sexual y reproductiva, que distribuyen preservativos a granel, fomentando su uso con lecciones prácticas en las escuelas, para evitar embarazos. Y aunque algunos embarazos se evitarán, también se promueve el sexo libre pues está demostrado que si el adolescente inicia su actividad sexual a tan corta edad, tendrá frecuentes cambios de pareja, que terminarán en promiscuidad, luego en prostitución y en infidelidad matrimonial.

Es urgente la necesidad de fomentar la educación en valores, insistiendo con los padres de convencer a sus hijos que acompañarse a tan corta edad es el medio seguro de seguir en la pobreza. Que deben estudiar cada vez más, porque solo los mejor preparados académicamente podrán aspirar a salarios decentes y una mejor calidad de vida. Pero el FMLN ha demostrado despreciar la educación, disminuyendo el ya escaso presupuesto del Mined y desviando esos fondos para que sus funcionarios, especialmente los de Capres y los diputados, puedan seguir disfrutando del buen vivir. No es de extrañar el aumento de la pobreza y la cantidad de jóvenes que abandonan la escuela para unirse a las pandillas.

*Columnista de El Diario de Hoy.