No es secreto que a muchos hombres les gusta tener relaciones “sin compromisos”. Eso ha sido un común denominador desde que el ser humano se organizó en grupos. Debido a eso, no es de extrañar que una chica alocada sea la que más llame la atención de ese hombre que tanto te gusta, de él y unos cuantos más.
¿La razón?
Gustan de las chicas “locas” porque salir con una de ellas les asegura un vínculo que les proporciona todo tipo de aventuras; si, incluso esa que te estás imaginando. Para ellos, lograr salir con una chica de este tipo es como ganarse un boleto directo al parque de atracciones. Ellos se atreven a suponer que no solo están llenas de sorpresas, si no que han vivido tantas cosas que están dispuestas a todo.
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De hecho, una chica que los hombres califiquen como alocada, por lo general es apasionada e intensa, son espíritus libres y suelen tener una mente abierta. Y por supuesto, ellos creen que son capaces de soportar todo tipo de cosas y experiencias.
Pero, ¿ese idilio dura para siempre?
He ahí el dilema: son mujeres y algo ocultan tras esa conducta aparentemente libertina. Puede llegar a tratarse solo de un escape a la monotonía, a un hogar colmado de reglas y restricciones. Ese comportamiento incluso puede ser respuesta a una decepción amorosa, son mujeres que acaso quieren jugar como jugaron con ellas y, en apariencia, usan a los hombres como objetos para “sacarse” lo que les hicieron.
Los hombres menos empáticos caen en el error de creer que enamorar a una chica de este tipo será un gran logro, y quizás lo sea en su momento. Pero luego tendrán que atenerse a las consecuencias porque, o bien les dará lo mismo dejarlos por el siguiente, o tendrán que soportar el drama que traen adherido a sus almas lastimadas y se desquitarán de su dolor con el que estén.
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Es aquí cuando el hombre que soñó con una relación apasionada y libre de ataduras, comienza a vérselas mal, dado que se ha enamorado de la idea de que su chica ideal era alocada y, por supuesto, esperaba que ella estuviera dispuesta a vivir la vida loca. Pues bien, se va a llevar una no tan grata sorpresa, porque va a empezar a darse cuenta de la realidad de la situación. Así es, el hombre en cuestión puede llegar a vivir una de estas 2 experiencias:
- Empieza a encontrarse con reclamos emocionales llenos de drama, gritos y llantos; quería una mujer apasionada e intensa y acertó al creer que era intensa en todo.
- Se ha enamorado de verdad de ella, pero a ella le da igual, ha logrado su propósito y ha llegado el momento de ir en busca de otra aventura.
No es broma, alguna de las dos situaciones antes señaladas es algo que no midieron. Buscaron jugar con fuego y salieron quemados. Pese a lo anterior, en algún momento este tipo de hombres y mujeres tienden a cambiar de vida, pues no hay quien aguante ese ritmo. Sin embargo, entre menos locura experimenten mejor para ellos, porque tendrán menos problemas de salud, adicciones, mejores condiciones de vida y, por supuesto, serán menos conocidos como los que nunca se tomaron nada en serio.
Cada persona es libre de vivir su vida como mejor le parezca, aun así, todo tiene consecuencias y algunas de ellas pueden llegar a dejarte marcado de por vida. Por eso, es mejor ser prudente, vivir bien y con cordura.