Pasta, la italiana que conquistó el mundo entero

Aunque el origen de la pasta no está del todo esclarecido, es uno de los platillos representativos de Italia. Es perfecta para consumir en cualquier época del año y queda muy bien con variados ingredientes y tipos de salsas.

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Tom Brady # 12 de los patriotas de Nueva Inglaterra levanta el trofeo de Vince Lombardi. / Foto Por Getty Images

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2017-02-05 9:29:00

A la hora de preparar una comida suculenta, nutritiva y rápida, una de las opciones más comunes es la pasta. Entre otras bondades, admite variadas preparaciones y su precio es accesible. De ahí, que es posible encontrar este producto en casi todos los hogares.

Se elaboran a base de harina de trigo y agua, pero también es común que lleven huevo, así como otros ingredientes para enriquecerla. Esta puede adquirirse seca y fresca.

De la primera, según ilrosso.es, existen más de 350 tipos de formas y variedades. Esta se somete a un proceso de secado, de forma que al finalizar el mismo, la pasta no contiene agua, permitiendo su conservación durante más tiempo sin necesidad de refrigeración.

Por su parte, la fresca no se somete a proceso de secado, por lo que se debe mantener refrigerada. Además, su tiempo de conservación es mucho menor y a la hora de prepararla requiere menos tiempo de cocción.

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Los tipos
Por su tamaño, la pasta se divide en larga y corta. De la primera hay dos tipos básicos, las que tienen forma de cinta y las que tienen forma de cordel o fideos largos. Algunas de estas son los espaguetis, linguine, bucatini, tagliatelle, pappardele y fusilli, entre otros.

La corta, por su parte, incluye una gran variedad de formas, como tubos, conchas, espirales, arcos, aros y ruedas. También se pueden incluir aquí, casi todas las formas de pasta que se rellenan, como el tortellini y el ravioli, por mencionar algunas.

La textura de la pasta también es determinante dependiendo del platillo que se vaya a preparar. Las lisas, explica el sitio , son las que no tienen ni estrías, ni crestas, ni rizos, ni volantes y agujeros. 

Son perfectas para las salsas ligeras, ya que estas no se “pegan”  bien a las paredes de la pasta. Por ejemplo, se pueden acompañar con mantequilla derretida, hierbas aromáticas como salvia o albahaca, o queso rallado.

Las acanaladas o rigate, como el  penne rigate o rigatoni, son más adecuadas para salsas densas a base de carne picada e incluso pescado, si esta preparado en forma de ragú, ya que los surcos en el exterior retienen mejor los condimentos, recomienda el sitio todalapasta.com.

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La cocción perfecta
A muchas personas la cocción de la pasta les puede resultar una tarea simple, sin embargo, es fácil cometer errores en el proceso. La perfecta es aquella que está cocinada “al dente”, esto es que no está demasiado “dura” o demasiado suave.

Para facilitarte las cosas, hoy en día la mayoría de productos incluye en el envase las indicaciones sobre el tiempo de cocción, según la forma y el tipo de pasta que vayas a preparar, por lo que es necesario seguir las recomendaciones al pie de la letra.

Para conseguir los  mejores resultados, lo ideal es que utilices una olla alta y amplia, que permita el movimiento de la pasta durante la cocción, así como una adecuada concentración de calor. 

Además, debes recordar tres reglas fundamentales:  1, 10, 100, es decir, un litro de agua y 10 gramos de sal ( una cucharada aproximadamente) por cada 100 gramos de pasta.

Debes añadir la sal cuando el agua empiece a hervir. Espera a que se disuelva por completo y luego agrega la pasta. Remuévela durante los primeros cinco minutos de cocción y luego continua mezclando a intervalos regulares. Una vez lista prepárala con tu salsa e ingredientes preferidos.