Mensajes sobre Estados Unidos, la inclusividad -e incluso “cuatro años de una cabellera horrible”- resaltaron el domingo durante el Super Bowl, en una variedad de anuncios, como los de Airbnb, la NFL y una línea productos de cuidado personal. Pero para los apolíticos también hubo muchas bromas y entretenimiento para despejarse.
Cuando los Patriots de Nueva Inglaterra aventajaron a los Falcons de Atlanta en Houston, Airbnb destacó la inclusividad con un anuncio que mostraba rostros de personas de diferentes etnias y el mensaje: “Todos pertenecemos, el mundo se hace más hermoso cuanto más aceptes a los demás”.
Coca-Cola mostró un anuncio que ya había lanzado durante el espectáculo previo al partido, en el que la gente cantó “America the Beautiful” en varios idiomas. Y Budweiser tuvo un anuncio de 60 segundos que narró la migración del cofundador de la multinacional Adolphus Busch, de Alemania a St. Louis en 1857, lo que provocó que algunos críticos comenzaran una campaña de boicot en Twitter.
Incluso una marca de cuidado de cabello se metió en política: En su anuncio, la marca “It’s a 10” indirectamente hizo referencia a la famosa cabellera del presidente Donald Trump.
Es difícil ser anunciante en el Super Bowl, sea como sea. Pero este año, la polarización política ha agitado al país, dificultando aún más la situación para los anunciantes. Los que pagaron cinco millones de dólares por 30 segundos tenían que hallar un balance entre ser modernos y no ofender a nadie. Algunos tuvieron más éxito que otros.
“La ansiedad y la política se cernían sobre este partido, así que quien pueda darnos algo de alivio, de verdadero entretenimiento, un simple comercial del Super Bowl, será el ganador “, dijo Mark DiMassimo, director general de la agencia de anuncios DiMassimo Goldstein.
Varios anuncios tuvieron esa meta. El gracioso anuncio de Tide, por ejemplo, tuvo al conductor Terry Bradshaw tratando frenéticamente de quitar manchas mientras sus esfuerzos se tornan virales en línea, con la ayuda del jugador de los Patriots Rob Gronkowski y del actor Jeffrey Tambor.
“Antes las empresas se preocupaban de que su publicidad podía interpretarse como agradable o desagradable, pero ahora se preocupan de que puedan interpretarse como de derecha o de izquierda” dijo Kelly O’Keefe, profesora de mercadeo en la Virginia Commonwealth University.
Nada menos que 110 millones de dólares se gastaron las compañías para poder anunciar sus productos en el evento deportivo más importante del año en Estados Unidos y de nuevo la creatividad y el contenido de las historias fueron realmente de interés para todos.
Mientras que la marca de automóviles alemana, Audi, presentó una historia con un mensaje claro: La sucursal en America se compromete con la igualdad de sueldos en el trabajo entre sexos.
El fabricante Lumber (materiales de construcción), presentó un polémico anuncio para el Super Bowl de Houston, se trata de una madre hispanohablante y su hija cruzando ríos.
Este fue un anuncio que según el realizador, el presidente Trump, rechazó emitir el anuncio completo, pero fue emitido durante el descanso con imágenes que han sido definidas como “muy controvertidas para la televisión”.
A pesar de darse una versión cortada, en la que no se ve un muro parecido al que Trump prometió levantar en la frontera con México.
De nuevo, los aguacates de México también estuvieron presentes en los anuncios del Super Bowl y en el mismo aparece una de las palabras más usadas por Donald Trump en los últimos meses: México.
En el mismo se ve una sociedad secreta, en el que la duda es, ¿comerán millones de estadounidenses guacamole con aguacates mexicanos en el descanso del partido?
Al margen del resultado final del partido, la emisión de los comerciales en el descanso, antes y después de la brillante actuación en la cantante Lady Gaga, volvieron a ser la gran atracción.