La equidad de género en el mundo va en retroceso

La vicepresidenta de Voces Vitales El Salvador, Alexandra Araujo, está convencida que la mejor estrategia para acelerar la economía mundial es lograr la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres.

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elsalvador.com

Por Rosemarié Mixco

2017-02-07 6:05:00

La inclusión económica de la mujer es vital para el futuro de la humanidad, así como lo es, también, tirar abajo los estigmas y patrones culturales que impiden el pleno desarrollo de sus capacidades y liderazgo.

Por casi una década, el capítulo Voces Vitales El Salvador (VVES) —como parte de la Organización No Gubernamental Vital Voices Global Partnership de Estados Unidos— ha dirigido sus esfuerzos al empoderamiento económico de la mujer en los distintos ámbitos del país.

La batalla es dura, pues el principal obstáculo para que la sociedad salvadoreña sea humanista, no machista ni feminista, es la cultura. Esos patrones educativos que se han heredado por generaciones, impiden a las mujeres explotar al máximo sus talentos y visualizarse como profesionales exitosas. 

Alexandra Araujo, actual vicepresidenta de VVES, explicó ayer durante el conversatorio  “La importancia de la inclusión económica de la mujer”,  en las instalaciones de El Diario de Hoy, que el 93 por ciento de las mujeres saben que algo está mal, pero solo un 28 por ciento de los hombres considera que existe un problema, al respecto de la inclusión económica femenina.

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Según las estadísticas de equidad de oportunidades en el mundo, registrada en el reporte The Global Gender Gap del World Economic Forum de  Ginebra, que ha monitoreado 144 países durante 10 años, la igualdad de género en lugar de avanzar ha retrocedido.

En el caso puntual de El Salvador, las oportunidades han incrementado para las mujeres, pero aún falta mucho por hacer para empoderar al sexo femenino, en el ámbito político y económico de forma equitativa. Y es la carga de responsabilidad doméstica de la mujer salvadoreña, lo que frena de forma significativa los esfuerzos por lograrlo.  

Araujo considera que así como la igualdad de oportunidades en el ámbito profesional y político es un ideal, también lo es que tanto hombres como mujeres posean igual porcentaje de compromisos en el hogar.