Guadalupe García de Rayos residió en el estado de Arizona, al suroeste de Estados Unidos, por 21 años antes de ser deportada de regreso a México donde quedan sus dos hijos menores y su esposo estadounidense.
Desde el albergue donde fue ubicada en Nogales, en México, García de Rayos confesó haberse sentido como una criminal, como el famoso narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, jefe del histórico cartel del Sinaloa.
“Tenía mucho miedo cuando fui ante el ICE (entidad encargada de migración y control de aduanas), pero no me iba a esconder, yo no quería eso”, dijo García a la agencia EFE.
La mujer fue detenida en 2008 en una redada por haber utilizado un número de seguridad social falso, por lo que anualmente se ha presentado a las oficinas del ICE. Cada año salió con normalidad hasta esta última visita.
García fue detenida el miércoles durante su visita anual, al momento en que la comunidad latina de la localidad llevaba a cabo una serie de protestas contra las medidas migratorias, las cuales dejaron tras de sí a siete detenidos.
“Primero fui víctima de Arpaio (alguacil del condado de Maricopa, Arizona, y uno de los más prominentes líderes antiinmigrantes en Estados Unidos) y ahora soy víctima de Trump”, dijo García de Rayos.
Pese a la deportación, la mujer aseguró que seguirá luchando por un “futuro mejor” para sus hijos, aunque tenga que verlos a través de un muro fronterizo.