Una joven porrista en Estados Unidos nunca se imaginó que tendría un día desafortunado. La chica sufrió una aparatosa caída durante una rutina en un juego de baloncesto.
Mientras estaba en una especie de pirámide humana, uno de sus compañeros no pudo mantener el equilibro y esto provocó que la joven cayera a la duela.
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Por si el primer golpe no hubiese sido suficiente, cuando uno de los asistentes intentó llevarla a la enfermería, este se tropezó haciendo caer nuevamente a la joven.
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Pese a los duros golpes, la porrista logró recuperarse y todo terminó en una dolorosa anécdota, según retoman medios internacionales.