Según analistas: Bancos tienen menos interés en los títulos del gobierno

Baja calificación de riesgo soberano afectó a quienes compraron Bonos y Letes.

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Consideran que los bonos aún no han sido colocados porque la tasa de interés ofrecida no ha sido atractiva.

Por Vanessa Linares negocios@eldiariodehoy.com

2017-02-14 9:30:00

Las bajas en las calificaciones de riesgo soberano que Fitch Ratings le  asignó a El Salvador también pasaron factura a las dos principales entidades bancarias que son clientes habituales en la compra de los títulos de deuda del gobierno salvadoreño.

La situación, según indicaron algunos economistas, se complica en el futuro inmediato para el país ante el riesgo de incrementar los costos de operación del sistema financiero, con tasas de interés más altas y, sobre todo, por la dificultad que parece haber para encontrar compradores para las nuevas emisiones. 

A inicios de febrero, Fitch Ratings rebajó la calificación de riesgo de largo plazo de El Salvador de “B+” a “B”, debido a “la degradación que refleja el alto nivel continuo de polarización política”. La semana pasada, la agencia también bajó las clasificaciones internacionales de dos bancos salvadoreños por considerar que el riesgo soberano “limita las opciones de financiamiento del Gobierno e impide la toma de medidas fiscales relevantes para restaurar las finanzas públicas”.

El economista asesor de la Fundación Nacional para el Desarrollo Económico (Funde), Carlos Pérez, explicó que es habitual que el deterioro del riesgo soberano se traslade inmediatamente a los agentes económicos privados, en particular a los bancos, que compran títulos de país (como eurobonos y Letras del Tesoro-Letes) y que tienen su propia calificación. 

“Los bancos son importantes financiadores del gobierno: son los principales compradores de Letes y eurobonos, por lo que su exposición al riesgo es muy alta, especialmente cuando el gobierno está en una situación difícil y la probabilidad de caer en default es cada vez más elevada”, aseguró Pérez. 

De acuerdo con el analista, para operar los bancos obtienen financiamiento de los depositantes, de sus matrices y otras instituciones financieras internacionales. Al aumentar el riesgo país y deteriorarse su propia calificación de riesgo, los acreedores internacionales exigen tasas de interés mayores para poder prestarle capital; y al ver el mayor grado de riesgo de que los bancos no paguen o quiebren, los depositantes tampoco llevan su dinero al banco.

Así, al tener que aumentar la tasa de interés pagada por los depósitos, los costos de operación del sistema financiero aumentan y conducen a incrementos sistemáticos en las tasas cobradas por préstamos. 

“Los bancos y las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) son los mayores compradores de títulos del gobierno. Al bajar la calificación a los bancos, éstos por su exposición, tienen mayor riesgo y dependiendo de eso se les pide mayor contingencia”, explicó el también economista, Claudio de Rosa. 

Para el analista ahora será incluso más difícil lograr que las entidades bancarias compren más títulos al gobierno; porque, además, “se envía un mensaje internacional” que representa “otro golpe de confianza” en plena búsqueda de comprador para los $550 millones en bonos, autorizados desde diciembre y que servirían para pagar parte de la deuda y del gasto corriente de 2016.

Según los analistas, es probable que dichos bonos aún no logren ser colocados porque la tasa de interés con la que se han ofrecido no ha sido suficientemente atractiva. 

“Al final del camino los riesgos se pagan con mayores tasas de interés y, por lo tanto, los costos son mayores. Cada vez que se emiten títulos y hay que pagar más tasas de interés, el gasto corriente se incrementa y es como una bola de nieve”, añadió  el coordinador de la Organización de Apoyo al Sector Productivo (ODASP), Rigoberto Monge.