El espíritu emprendedor que tuvieron hace 66 años los esposos Ana María y José Mauricio Barrientos sigue vivo en la joven empresaria Ana María Barrientos, nieta de los fundadores de Laboratorios Barrientos y ahora la nueva propietaria de esta empresa a la que busca impregnarle nuevos bríos.
El laboratorio fue uno de los primeros en prestar sus servicios médicos en 1951. Ganó gran reputación entre sus clientes y pronto se expandió por toda la capital con cuatro sucursales. Su padre, Rolando Barrientos, estuvo al frente de la empresa durante muchos años.
Ana María conoció su funcionamiento desde pequeña. Trabajó como colaboradora y siempre acompañó a su abuelo y a su padre en el desarrollo de la empresa.
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“La última petición de mi abuelo fue mantener esta empresa. Ahora estoy como propietaria única y es un gran reto traer nuevas ideas y cambiar para mejorar”, dijo.
Antes de eso, la vida de Ana María aún giraba en torno a la carrera farmacéutica que hizo con Pfizer durante muchos años. Tomar sola, las riendas de una empresa con trayectoria histórica fue una decisión difícil, cuenta Ana María, pues tenía que pasar de un trabajo estable, en el que sabía cuáles eran sus ingresos mensuales, a un negocio propio, en el que solo el esfuerzo propio le asegura sus ingresos.
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Renovación
Tras decidirse por la empresa familiar Ana María se dio cuenta de todo el trabajo que tenía por delante: renovar la imagen de la empresa y aprovechar las ventajas competitivas del mundo digital.
La organización Voces Vitales ha sido clave para mostrarle a Ana María todas las áreas que puede explotar para mejorar su negocio. “Ellos me han orientado mucho con mi negocio”, aseguró.
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Ahora no solo renovará la imagen de la compañía, sino que también agilizará todo el sistema de servicio a domicilio con el que toman las muestras médicas y las luego las analizan y envían los resultados. “Ya antes se hacía, pero ahora estamos trabajando mucho en eso para que sea un plus para nuestros clientes”.
Su hermano, Rolando es ahora el community manager de la empresa, que maneja las redes sociales y página web.
Su padre, también aprovecha de los espacios radiales para dar consejos y mantener en la marca en la mente de los salvadoreños.
“No es fácil. Este ha sido un gran reto, pero yo quiero trascender y mantener este negocio así como mi abuelo quería”, dijo Ana María.