El Salvador ya tiene poco margen de endeudamiento y los costos son altos

Economista de Funde dijo que El Salvador sigue en bajo crecimiento y no tendrá mejoría sustancial este año. 

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Aumento en el precio del petróleo también afectará el poder adquisitivo.

/ Foto Por Archivo

Por Vanessa Linares negocios@eldiariodehoy.com

2017-02-15 9:00:00

El Índice de Precios al Consumidor podría aumentar hasta un 5% este año como consecuencia del aumento al salario mínimo y las especulaciones sobre un posible aumento al Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Así lo dijo este miércoles el asesor económico de la Fundación Nacional de Desarrollo Económico (Funde), Carlos Pérez.

“La campaña electoral, una vez más, creará incertidumbre y afectará el comportamiento de los mercados (…) para este año se prevé un aumento en la inflación, hasta un 5% por el aumento al salario mínimo (más poder adquisitivo) y especulaciones ante un eventual aumento del IVA”, dijo el analista durante su presentación denominada “El Salvador: perspectivas y retos 2017”.

Pérez explicó que la idea de aumentar en al menos 2 puntos porcentuales el IVA, tal como lo sugirió el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha estado en la agenda pública durante los últimos siete años; sin embargo, las probabilidades de que se concrete han aumentado porque “el gobierno ya topó”, y cada vez se queda con menos margen de maniobra para honrar sus compromisos financieros.

“Los espacios se han ido reduciendo, las decisiones cada día que pasa, si no se toman, van a ser más duras y dolorosas y una alternativa bastante inmediata para obtener recursos es el aumento de la tasa del IVA”, aseguró.


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Poco margen de crédito

El presidente de Pacific Credit Rating (PCR), Óscar Jasaui, que también disertó sobre las perspectivas económicas para este año, reconoció que “la situación de El Salvador no es la mejor. Es una economía que está relativamente endeudada. Hay discusión si puede endeudarse más, pero definitivamente el mercado no le está dando mucho margen. Las tasas de interés son altísimas”, dijo.

Para los analistas, los nuevos Letes podrían pagar tasas de 7% (deuda a un año) y los inversionistas comprarían los eurobonos u otros títulos a un plazo de 10 años o más, a una tasa cercana al 10%.

De acuerdo con Jasaui, los retos para el gobierno salvadoreños “son varios” pero deben comenzar por lograr un acuerdo que provea una estrategia de nación que posibilite condiciones para invertir, generar empleo y hacer crecer las exportaciones, entre otras variantes.

Entre las pocas opciones para obtener dinero inmediato se encuentra la emisión de más Letras del Tesoro (Letes), cuyo último saldo rondó por los $1,060 millones.

Según Pérez, al aprobarse el presupuesto 2017, se abrió la posibilidad de que el Estado pueda adquirir más deuda de corto plazo, hasta otro 30% del PIB; sin embargo, estas nuevas emisiones tendrán los efectos de las bajas en calificaciones de riesgo soberano y por ende, deberán pagar tasas de interés mucho más altas.

Por otro lado, los cálculos revelan que incrementar en dos puntos el IVA proveen el equivalente a 1 % del Producto Interno Bruto (PIB), es decir entre $225 millones y $250 millones al año. “Que si bien es cierto no es la solución a todos los males que tiene el Estado, es un gran aporte a la liquidez”, añadió el economista.


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Bajo crecimiento

Pérez señaló que el sector real de la economía salvadoreña sigue en el camino del bajo crecimiento.

Para este año prevé que el clima de negocios no mejorará sustancialmente y que la falta de “acuerdos de nación” oportunos seguirá frenando la inversión privada (actualmente, El Salvador es el país de Centroamérica con el menor nivel de Inversión Extranjera Directa).

Siguiendo esa dinámica de mercado, dijo, se estima que la economía no crecerá más de 2.3% en 2017.

En el mediano plazo, con el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios privados, inversiones en tecnología de telecomunicaciones, inversiones en proyectos de energía, incentivo al mercado de capitales y la solidez del sistema financiero, se prevé la recuperación económica y crecimientos de 2.6 % en 2018-2019 y hasta 3 % en 2020.

Además, el empleo seguirá a tasas de entre 1% y 1.3%.

Según Pérez, el sector externo seguiría en estancamiento: las exportaciones e importaciones reportarían crecimientos de hasta 2% y 3%, respectivamente, y la demanda interna de productos importados, excepto construcción, seguirá débil.

Ambos analistas consideraron que el aumento de los precios de las materias primas, sobre todo el petróleo, aunque subirá los niveles de importación, también reducirá el poder adquisitivo de la población y, según Jasaui, al ser un país dolarizado, que no ha acumulado ahorros y con alto endeudamiento, El Salvador “va a tener una situación compleja”.

 Para los expositores, los efectos de la administración de Donald Trump no son tan certeros aún; no obstante, se prevé que las entradas de remesas familiares no disminuyan debido a las expectativas de mayor crecimiento económico y de empleo hispano en Estados Unidos. 

Pérez añadió que ante un eventual aumento en las deportaciones, con los 195,000 salvadoreños que están contemplados en el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), las remesas podrían perder hasta $300 millones en promedio.

“No se ha hablado de eso, pero puede pasar. El consumo interno puede afectarse, pero es una oportunidad para buscar medios alternos de subsistencia”, indicó el asesor de Funde.