La flor del loroco es un producto autóctono totalmente adaptada a nuestro medio y se usa en la elaboración de una diversidad de platillos con su sabor característico y gran valor energético-nutricional.
Además de darnos oxígeno y convertirse en reservorio de agua, es útil para hacer ramadas rentables y decorativas.
Muchos agricultores y exportadores han identificados el potencial de este cultivo tanto en forma fresca como procesados y con posibilidad tanto para el mercado interno, como para comercialización en el exterior.
Características botánicas
La raíz de loroco es fibrosa y posee sustancias con ciertas características alcaloides conocidas como Lorocina y Loroquina, con principios activos que influyen en la presión arterial.
También puedes leer: Fotos: Ahuachapán, el paraíso en el occidente de El Salvador
El tallo es una enredadera delgada, débil y pubescente, tiene una base leñosa que persiste.Las hojas son oblongas, elípticas, opuestas, bastantes acuminadas, con bordes externos un poco ondulados, con dimensiones de 4 a 22 centímetros de largo y de 1.5 a 12 centímetros de ancho. Es posible extraer esencias de ellas.
La flor es la parte más aprovechada en la alimentación humana. La inflorescencia se da en racimos y cada uno posee de 10 a 32 flores. Se puede colectar de 30 a 40 racimos por planta cada tres días, en su época de mayor floración.
El fruto es un folículo cilíndrico, alargado, recto o curvado hacia adentro, que puede alcanzar hasta 34 centímetros
de longitud y entre 5 y 6 mm de diámetro. Dentro de cada folículo pueden hallarse desde 25 hasta 190
semillas, dependiendo de su longitud.
La semilla tiene un diámetro entre 2 y 3 milímetros. Posee gran cantidad de vilano (pelos algodonosos) en el
extremo, que facilitan su dispersión por el viento.
Tiene gran viabilidad y el porcentaje de germinación puede llegar a un 90% hasta por seis meses.
El periodo que tarda en germinar es de 10 a 15 días, aunque en zonas con temperaturas mayores de 30 C,
puede germinar de 5 a 8 días.
Te puede interesar: Plantas en macetas y canastas ayudan a mejorar el ambiente?
Propagación
De la buena preparación del suelo depende en gran medida el éxito en el establecimiento del cultivo.
Si en el lugar que se va a cultivar existen restrojos de cosechas anteriores, la preparación deberá realizarse con anticipación, a modo de permitir una buena incorporación y descomposición de los residuos vegetales, además de ser una práctica cultural que permite un control de malezas y algunas plagas del suelo.
El cultivo del loroco se puede hacer en terrenos inclinados o planos, pero es necesario que disponga de agua para riego.
En terrenos de ladera, se implementa la labranza mínima, haciendo curvas a nivel con pendiente no mayor al 2% para lograr un mejor aprovechamiento del agua y facilitar todas las labores del cultivo.
En terrenos planos, si existen problemas de compactación, se pasa un subsolador a una profundidad de 30 – 60 centímetros, uno o dos pasos de rastra, hasta conseguir un suelo bien mullido y nivelado.
La mejor época de siembra es al inicio de la estación lluviosa; que comprende los meses de mayo y junio.
Cuando exista riego se puede sembrar en cualquier época del año, pero es reecomendable hacerlo entre septiembre y octubre para obtener producción cuando exista poca oferta de flor de loroco y alcanzar mayores precios de venta.
Si se siembra en monocultivo se recomienda distanciamientos cortos (2 x 2 y 1.5 x 1.5 metros) lo cual permite tener mayor cantidad de plantas por unidad de área.
Si es en asocio con otras especies se podrán utilizar distanciamientos mayores de 2.5 x 2.5 metros o 2.5 x 3 metros.