Los pasajeros de un avión vieron como sus deseos de llegar a las paradisiacas playas de Hawái fueron truncados.
Luego embarcar el Boeing 757, vuelo 1111 de United Airlines el pasado 7 de febrero se llevaron una gran decepción cuando, tras cuatro horas de vuelo sobre el océano, se dieron cuenta que habían aterrizado en el mismo aeropuerto de San Francisco del que habían salido.
Foto: FlightAware
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Según informa el portal Travel Skills, el avión tuvo que regresar a su punto de partida debido a una falla de mantenimiento, pero, por razones técnicas, no pudo tocar tierra hasta que no gastara todo el combustible que transportaba en sus tanques.
El diseño del Boeing 757 no permite a los pilotos hacerlo aterrizar mientras está lleno de combustible, por el exceso de peso que tiene en esos momentos.
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Esto explica el hecho de que los viajeros a Hawái tuvieran que regresar a San Francisco, en donde, para colmo, estaba lloviendo.