FLORIDA. A un mes de haber tomado posesión y en medio de una administración envuelta en controversias, el presidente Donald Trump dejó la ciudad capital para celebrar dos mítines similares a los de su campaña.
El más reciente fue ayer, en Melbourne, cerca de Orlando en el estado de Florida.
En este, el presidente se comprometió con promover la seguridad en el Medio Oriente, una zonas afectada por múltiples conflictos.
Trump prometió crear zonas de seguridad en Siria y otros países de la región para que puedan acercarse las personas que huyen de la violencia y los conflictos, especialmente los causados por el grupo terrorista Estado Islámico.
“No abandonamos”, dijo el presidente en referencia a sus promesas de campaña de intervenir en esa región.
Asimismo, hizo referencia a la seguridad dentro del país, para la cual, afirmó, emitió al inicio de su administración una orden ejecutiva que buscaba impedir temporalmente la migración a Estados Unidos de personas provenientes de siete países de Medio Oriente.
Esta orden ejecutiva fue suspendida por un juez federal y la apelación de la Casa Blanca fue desestimada por la Corte del Noveno Circuito.
El presidente reiteró que está en desacuerdo con tales decisiones judiciales, pero que no abandonará su idea de “un país seguro”.
Trump también anunció que vienen controles fronterizos más estrictos y alabó el trabajo de sus autoridades para limpiar los vecindarios de drogas y grupos criminales.
Su discurso fue precedido por el de la primera dama, Melania Trump, quien aseguró que independientemente de lo que la oposición diga de ellos, su compromiso es trabajar por todo el país.