Bill Gates advierte riesgo de graves pandemias

Gates, como la mayoría de asistentes al cónclave de Múnich, hizo un llamado para que se dediquen más recursos a la investigación de agentes contra patógenos, vacunas, planes de prevención.

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elsalvador.com

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2017-02-21 8:04:00

El grave riesgo de que se desaten epidemias sobre el mundo, como efecto de las mutaciones de patógenos o ataques terroristas usando armas biológicas, vaticinó Bill Gates, fundador de Microsoft, en una conferencia sobre seguridad realizada en Múnich.

El terrorismo biológico no es nada nuevo en el mundo. Muchos ejércitos tiraban cadáveres sobre ríos que abastecían ciudades enemigas, lo que llevó a que para sobrevivir asedios, muchas formaran grandes cisternas interiores. 

La más famosa de esas cisternas es la de Estambul, construida por los bizantinos antes de la caída de la ciudad en poder de los turcos, y que funciona al día de hoy, uno de sus más importantes atractivos turísticos. Y fue un ataque “biológico” semejante el que propagó la peste negra en Europa en el siglo XIV, después que los mongoles que asediaban Caffa, en la península de Crimea, lanzaron con catapultas dentro de la ciudad los cadáveres de apestados.

El horror de la peste negra, la bubónica, lo narra Giovanni Bocaccio como preámbulo a su Decamerón, una peste que acabó con la tercera parte de la población europea de ese entonces.

El Decamerón es una obra que toda persona culta debe leer…

En la Edad Contemporánea, la peor peste fue una gripe que se propagó por el mundo en la década de los Años Veinte del siglo pasado y que causó más de cien millones de muertos.

Gates, como la mayoría de asistentes al cónclave de Múnich, hizo un llamado para que se dediquen más recursos a la investigación de agentes contra patógenos, vacunas, planes de prevención, medidas profilácticas. Y en todo ello debe recordarse lo de “una onza de prevención vale una libra de cura”.

Gates dijo que el mundo debe dedicar una porción de los gastos que se realizan anualmente en armamentos, para desarrollar nuevas armas –biológicas y de toda naturaleza– para combatir esa nueva modalidad de hacer la guerra, o lo que la naturaleza por sí puede desarrollar en nuevas enfermedades. Pues las enfermedades, nos decía nuestro recordado maestro Emilio Forrer, son una manera como la biosfera mantiene sus balances.

Si no hay vacunas para niños, menos podrán enfrentar epidemias

Prevención es uno de los elementos claves, por lo que cada país debe tener preparados planes de contingencia y ciertas reservas de fármacos para proteger a la población contra pestes que puedan presentarse.

En eso, por desgracia, estamos muy mal en El Salvador, pues si por ineficiencia Salud no tiene ni siquiera vacunas en los hospitales que atienden niños, ni medicinas para atender enfermos crónicos como los que padecen VIH, dan escalofríos pensar en lo que puede suceder de declararse una epidemia, lo que es probable considerando la destrucción que las medidas de Transporte están causando a las redes de drenajes en grandes sectores de la ciudad.

Y a ello se suman las carestías en el suministro de agua –un elemento vital para sostener niveles adecuados de higiene en la población y los hogares.

El descalabro de los servicios de salud lo evidencia, como se ha publicado, en que durante cuatro meses no se han efectuado operaciones de ojos en el Seguro Social. En otros términos, los salvadoreños están abandonados a su suerte y a lo que cada uno pueda hacer por sí mismo y por sus familiares y comunidad.