Nadie dijo que fuera fácil

El reto que el enviado especial Andión tiene por delante no es fácil, pero no está solo. Junto a él está la comunidad internacional que, como los abajo firmantes, estamos dispuestos a echarle una mano en este desafío.

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Santa Tecla 28012016 Escuela de Fútbol FESA, Santa Tecla, nivel 2 Aficionados, durante su practica Fotos EDH / Huber Rosales / Foto Por edhdep

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2017-02-24 7:22:00

En estos días, El Salvador recibe nuevamente a Benito Andión, Enviado Especial del Secretario General de Naciones Unidas. El señor Andión es, no nos cabe duda, un amigo del país, al que conoce desde hace décadas, y viene con una misión: facilitar el diálogo. El reto que el enviado especial Andión tiene por delante no es fácil, pero no está solo. Junto a él está la comunidad internacional que, como los abajo firmantes, estamos dispuestos a echarle una mano en este desafío.

Hace 25 años los salvadoreños, enfrentados en una cruenta guerra civil, fueron capaces de sentarse en una mesa, aparcar sus armas y firmar una paz que dejó al mundo asombrado. Pero una de las transiciones más ejemplares de toda Latinoamérica y quizás del mundo, sufre tensiones difíciles de solucionar e incluso de comprender, y que de no superarse y de continuar la situación de bloqueo generada, podría llevar al país al borde de la quiebra financiera, debilitando su institucionalidad y enrareciendo la vida política. Y esto sin olvidar la situación de inseguridad ciudadana que hace dudar a algunos sobre el verdadero significado de la “paz” para el país. Los países de la Unión Europea y la propia UE siempre hemos jugado un papel positivo y proactivo en el país y no solo en materia de cooperación, sino como socios y amigos de un proceso de maduración democrática que consideramos ejemplar. Por ello, observamos con preocupación el posible empeoramiento de la situación en un futuro próximo. No en vano Naciones Unidas, a solicitud de las autoridades salvadoreñas y con el apoyo de varios países, se ha embarcado en una experiencia que, nuevamente, se podría convertir en ejemplar para el mundo. Un proceso todavía por definir pero con muchas posibilidades. 

Posibilidades para casi todo. Todas las opciones se pueden poner sobre la mesa y solo una sería poco deseable: que las partes desistieran de dialogar. Los posibles resultados de este proceso deberían permitir superar los obstáculos a la profundización del Estado de Derecho, la modernización de las instituciones democráticas y marcar el camino hacia un desarrollo sostenible e inclusivo para los próximos 25 años. Una agenda de futuro que se merecen los salvadoreños, máxime si recordamos que el 50 % de la población ha nacido después de los Acuerdos de Paz. Estos no deberían ser unos acuerdos basados en las dinámicas de una guerra que las nuevas generaciones no vivieron. Sin olvidar las lecciones del pasado, intentemos no seguir atados a una contienda que hipoteque a los que nunca participaron en ella. Aquí está una oportunidad para una nueva paz de El Salvador, más amplia y profunda. De esta forma, este diálogo no pretendería resolver las cuestiones coyunturales de la política nacional, ya que para eso ya hay mesas establecidas que se rigen por las normas del debate democrático interno.
Se trataría de trascender y crear ejes estructurales de desarrollo para hacer avanzar al país hacia un proyecto común para todos los salvadoreños, por delante de los intereses partidistas y haciendo primar el bien del ciudadano. Estimamos que la facilitación del enviado especial Andión sería el camino adecuado para llegar a este fin. 

En este sentido la Unión Europea y sus Estados miembros, junto a otros países amigos, queremos apoyar el diálogo, crear espacios y facilitar encuentros, apoyando las voluntades y los acuerdos alcanzados por los propios salvadoreños. A ellos corresponde escoger su camino y comprometerse con su futuro, y los amigos de El Salvador queremos lo mejor para el país. Y esto que suena tan fácil es lo que podría resultar más difícil en el corto plazo, en el que muchos intereses y agendas políticas propias se mezclan con lo realmente importante. Los debates y desencuentros entre los partidos políticos forman parte del juego democrático y lo enriquecen, pero no deberían ir en contra del futuro del país, ni condenarlo a un eterno bloqueo estéril. Nosotros apoyamos el proceso de facilitación, y con nuestra diversidad, estamos a disposición de todas las partes para ayudar aportando transparencia y serenidad al debate. Ayudaremos siempre desde el respeto a los dialogantes, a sus tiempos y a sus espacios, con la confianza del que sabe que se llegará a un mejor acuerdo para el país, sin que esto implique la derrota de nadie sino una victoria de todos.

Este desafío requerirá temple y una dosis importante de madurez política de la que todos seremos responsables, y en primer lugar los partidos políticos salvadoreños y sus liderazgos. Nadie dijo que esto fuera fácil. Pero no es imposible y, sobre todo, es necesario. Los líderes políticos de El Salvador están llamados a dar una respuesta, y el pueblo salvadoreño está a la espera de lo que pueden ser sus próximos 25 años de paz y prosperidad. En la UE creemos que podría ser una oportunidad que cambie la historia del país hacia un mejor futuro para todos sus ciudadanos, y por ello damos una calurosa bienvenida y todo nuestro apoyo al señor Andión.

* Francisco José Rabena Barrachina, embajador de España; Jaume Segura Socías, embajador de la Unión Europea; Bernhard Garside, embajador de Reino Unido; David Izzo, embajador de Francia; Umberto Malnati, embajador de Italia; Bernd Finke, embajador de Alemania.
Twitter: @UEenElSalvador