Si eres de los que pregunta constantemente ¿ya pagaron?, ¿cuándo pagan? Y sientes que el sueldo nunca te alcanza, es probable que no estés administrando bien tu dinero.
Si bien el costo de la vida ha aumentado de manera general, hacer que el sueldo del trabajador alcance hasta la otra quincena depende más de cómo gasta que de cuánto gana.
Así, contar con un plan financiero te permitirá mantener un control de ingresos y gastos para disfrutar los beneficios de tu trabajo, y no esperar con ansias y bajo estrés el famoso día de pago.
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Uno de los principales errores que hacen que el dinero del mes o quincena no sean suficientes para terminar el periodo que trabajas hasta que te vuelvan a pagar, es gastar primero y luego intentar ahorrar.
Cuando recién pagan, es común que los empleados prefieran ir a comer fuera y cuando la quincena se va acabando, comienzan a llevar comida desde casa.
Para sentir que tus ahorros tienen efectos, hazlo al revés. Inicia el mes o quincena llevando comida, agua y meriendas desde casa y al final del periodo, prémiate y disfruta de salidas y gustos, sin exceder tu presupuesto.
Usar mucho los cajeros automáticos también trae problemas de liquidez. Algunas personas suelen ir a cajeros y retirar pequeñas cantidades de dinero de manera constante. El problema con esto es que mientras más retiros hagas, más comisiones te cobrarán.
Además, si no tienes el hábito de guardar comprobantes y revisarlos de manera periódica, tu cuenta irá decreciendo sin que lo sientas. Nada más vergonzoso que la máquina te diga fuerte y claro: “estimado cliente, lo sentimos. Su cuenta no tiene suficientes fondos para realizar esta operación”.
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Perderle la pista al dinero es otra de las características de aquellos que más sufren porque llegue el día de pago. ¿Alguna vez te has sorprendido revisando exhaustivamente la cartera, una mesa de noche, una caja o cualquier bolsillo pensando “dónde puse el pisto, en qué lo gasté?, ¿lo gasté?”.
Es común que un día cualquiera se te antoje comprar algo, pero debes tener cuidado de que esta práctica se haya vuelto cotidiana y no tengas ningún registro de cuánto inviertes en ella. Por ejemplo, comprar café o dulces todos los días.
Otro de los problemas es adquirir deudas. A veces sin pensar. Por ejemplo, cuando compras cosas por catálogo por “querer ayudar a alguien”; o aprovechas una “oferta del día” sin realmente necesitar el artículo o servicio que ofrece la rebaja de precio.
Aunque las tarjetas de crédito pueden ser un alivio financiero en un momento determinado, si éstas se usan sin un plan de gasto y reintegro del dinero, también pueden dejarte sin un centavo, incluso cuando te paguen porque podrías deber todo el sueldo.
No establecer prioridades también podrían hacerte pasar angustiosos días antes de recibir tu salario. ¿Cuántas veces has ido al supermercado o centro comercial y terminado gastando más de lo planeado? Suele pasar porque compras cosas innecesarias, aún baratas, que en el momento parecen útiles, atractivas o que incluso sientas que “debas tener”. Una manera sencilla de evitar comprar algo innecesario es que en lugar de ver cuánto vale, calcules lo que ganas por hora y pienses en el número de horas que tienes que trabajar para poder pagar esa suma.
Aunque no existe una técnica estrella para hacer que la quincena rinda más, aquí te brindamos al menos cinco tips que podrían ayudarte: