Chotiando en Sívar

En pantalla aparece Enrique Iglesias, solo que en vez de bailando, canta “Chotiaaandooo, chotiandoooo, con tu cuerpo y el mío, llenando el vacío, subiendo y vacilando”.

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Foto Por Archivo

Por Carlos Alfaro Rivas*

2017-02-27 9:11:00

Bienvenidos a su programa Chotiando en Sívar. Esta noche contamos con la presencia de los distinguidos alcaldes de las capitales centroamericanas incluyendo, por supuesto, al más cipote de todos, ¡el de Sívar!

A ver, cuéntenos señor Arzú, que le ha parecido nuestra capital. “Ala vos, pues muy tuanis; subiendo del aeropuerto pasamos frente al Monumento de la Paz; un Cristo forjado con casquillos de G3, muy significativo. Aunque más significativo es El Salvador del Mundo, el equivalente a nuestro obelisco”. 

“Tres kilómetros más adelante, el impresionante Hermano Mojado. Tómenle una foto y se la mandan al Trumpudo para que ni se le ocurra deportar a sus paisanos. Da gusto ver los arcos decorados con coloridos mosaicos de Fernando Llort, similares a los que tenía su catedral, hasta que los picapiedras los hicieron añicos por contener símbolos masones. Triste”.

Gracias, don Álvaro. Ahora le pregunto a Nasry de Tegucigalpa, qué le ha impresionado de Sívar. (Nasry tose ligeramente) “Bueno, en Tegus tenemos monumentos feyos, pero ustedes nos ganan con semejantes totopostes, supuestos próceres. Total irrespeto a mi paisano Francisco Morazán”.

“Ahora bien, también tienen estatuas bellas, como los firmes pechos de la Michi, que me cuentan es el símbolo de la reconciliación. Con una mujer así de por medio, difícil la paz entre marido y mujer”.

“Hablando de paz difícil, a mí como palestino, me causa repudio no solo que la estatua de nuestro máximo líder sea tan pinche, sino que esté ubicada sobre la avenida Jerusalén. Perdónalos Yasser que los guanacos no saben lo que hacen”.

Tranquilo, señor Asfura. Mejor le paso la guitarra a la jefa de la comuna que alberga a nuestro expresidente. Dígame doña Daisy que tal está Mauricio. “El chavalo está calmado, dice que el que no la debe no la teme. El otro día nos echamos unos wiskachos para conmemorar el tercer aniversario de su renacimiento desde que se rompió la cadera amarrándose los zapatos y cerca de la residencia presidencial se estrelló un Ferrari California en la plaza, antes Masferrer, ahora Masferrari (carcajadas de doña Daisy)”.

Y de hay, exclamé, ayer que pasé por el Masferrari. De haber existido semejante túnel, en tiempos de Mauricio, el accidente hubiese sido hasta en Luceiro. ¿Lucerrari?

Interviene Johnny Araya de San José: “Semejantes también unos gusanos aéreos en el mismo redondel. Pasarelas fantasmas que peatones, capaces y discapaces, jamás utilizarán. Los Ticos les diríamos chichas de hombre, pues no sirven para nada”.

“Hablando de partes de hombre”, dice el panameño Blandón, “admiro el significado artístico del chulón que veo desde la ventana de mi hotel. A los salvadoreños, sí que les gustan los chulones. En el Mercado Cuartel compré media docena de frutas pícaras y una pistola de Ilobasco. También me tomé un selfie frente a las chulonas de la Centroamericana y la Constitución, para copiarlas en mi casco antiguo. La chulona que no me interesa copiar es la Michi”.

Nayib pone cara de pocos amigos y reclama: “No se vale copiar, te podes meter en un huevo. A mí me acusan de copiar los sitios web de los periódicos y estoy culío pues capaz me mandan donde Tony”.

“Pero tengo buenos abogados, así es que los invito al recorrido del circuito centro para que admiren monumentos de verdad, como el Palacio, nuestro Teatro, que mañana cumple 100 años, y la Plaza Libertad; más linda desde que me volé los árboles, inspirado por lo que vi en Port Au Prince. Aprovecho para entregarles, a cada uno de ustedes, las llaves de Sívar. ¡Bienvenidos!”.

Qué buen gesto, don Nayib. Chotiando en Sívar les desea sigan disfrutando de la ciudad. Coman muchas pupusas y no dejen de subir al monumento más impresionante de todos; nuestro bello volcán con su cráter espectacular. Dense una vuelta por Apulo, frente a un lago chuco, pero también espectacular y, porqué no, tomen una clase de yoga en el Bicentenario. Valoremos y cuidemos los regalos de la Madre Naturaleza.

 En pantalla aparece Enrique Iglesias, solo que en vez de bailando, canta “Chotiaaandooo, chotiandoooo, con tu cuerpo y el mío, llenando el vacío, subiendo y vacilando”.

Esto ha sido todo por hoy, Chotiando en Sivar les recuerda que para la vida disfrutar es necesario vacilar y salir a chotiar. Buczos con los mañosos y ¡hasta la próxima!
 

* Columnista de El Diario de Hoy.
calinalfaro@gmail.com