En plena sesión de Politburó de la República Democrática Popular Luciferiana, su Presidente Vitalicio conversaba de esta forma con sus camaradas:
– Su Majestad –dijo respetuosamente el demonio encargado del Departamento de Calderas del Infierno- acá le traigo el reporte de las fallas en las calderas que me solicitó.
-¡No seas imprudente! –Rugió Lucifer, mientras se levantaba de una silla ejecutiva giratoria y ergonómica, que ahora sustituía el antiguo trono de fuego que utilizaba en su oficina- ¡Ahora me tienes que llamar “Camarada Lucifer”! Recuerda cómo están las cosas por aquí desde que vino Fidel Castro como residente. Hay cámaras, micrófonos y soplones por todos lados. Si me seguís diciendo “su majestad”, me van a acusar de reaccionario y revisionista, mejor vayamos con la corriente…
-Perdón, su Majes… digo, camarada, se me había olvidado. Aquí está el informe.
-Vamos a ver –dijo Lucifer, mientras lanzaba una furibunda mirada a su interlocutor y tomaba el folder con la cola-. Luego de una breve lectura dijo: ¿cómo es posible que después de millones de años de funcionamiento, ahora resulta que se están apagando los tizones con que torturamos a los residentes?
-Ah -dijo el demonio encargado de los asuntos administrativos de los sistemas de calefacción del averno-, la culpa la tiene el Sintradeun –que era el nombre que había tomado el “Sindicato de Trabajadores Demoníacos Unidos”-. Desde que vino Fidel, los organizó para que se le reconocieran sus derechos laborales infernales. Ahora resulta que solo trabajan 4 horas y ya empezamos a tener fallas en las calderas, por lo que nos hemos visto en la necesidad de racionar el fuego. Actualmente, solo podemos funcionar por períodos de 8 horas, el resto del tiempo ya no tenemos potencia para torturar con fuego a los usuarios, así que decidimos ponerlos a oír discursos de Hugo Chávez, total, producen el mismo efecto.
-Bueno, al menos ese recurso es inagotable– dijo Lucifer. Pero este Fidel es insoportable– dijo mientras se alisaba pensativo un cuerno-, ¿cómo van las negociaciones para mandarlo asilado al Cielo? ¿Ha habido avances?
-Las conversaciones no van para ninguna parte, están estancadas- respondió el demonio encargado de las relaciones diplomáticas. San Pedro se ha cerrado. No lo quieren recibir. Dice que son instrucciones de la Junta Directiva. Es que desde que llegó Juan Pablo II y Madre Teresa de Calcuta, hemos enfrentado mucha oposición. Estamos negociando con los dioses hindúes, tal vez logramos que reencarne en una araña y nos libramos del lío…
-¿Y cómo han tomado los usuarios el tema del racionamiento del fuego? ¿ha habido quejas? –preguntó Lucifer al demonio encargado de Atención al Cliente.
-Muchas. En algunas secciones ha habido disturbios, pero, a pesar de que las cosas no van bien, las hemos aplacado dándoles un vaso de leche y unas semillas mejoradas. Además, la campaña “un condenado, una computadora”, nos ha generado mucha simpatía. Así los tenemos dormidos, mientras pasan las elecciones.
-Yo sí he tenido algo de problemas –carraspeó el Director de Fronteras Infernales-, hemos recibido muchas quejas de la Cancillería del Purgatorio. Nunca antes se había visto a tantos balseros intentando escapar, ya están hasta la coronilla con los refugiados.
-¿Balseros cubanos? –preguntó Lucifer.
-No, los cubanos no, dicen que ya están acostumbrados a vivir así, incluso dicen que acá se vive mejor que en Cuba, los que dan problemas son el resto.
-¿Y cómo vamos con las elecciones? –preguntó el otrora Príncipe, ahora convertido en Presidente Vitalicio.
-Todo en su punto –contestó el Presidente del TSEI (o Tribunal Supremo Electoral Infernal, por sus siglas en español)- Ya está lista la planilla de candidatos inscrita. Obviamente todos son de un mismo partido, así nos evitamos sorpresas.
-¿Y quien compite conmigo? –preguntó Lucifer.
-Permitimos que se inscribieran 5 demonios de poca monta, para que no le hagan sombra, además, con los recién llegados asesores cubanos y nor-coreanos, instalamos el mismo sistema informático que se utilizó en las elecciones de Venezuela, así que todo está arreglado.Independientemente la casilla que se marque, el voto va a su favor; finalmente, nuestra ley electoral prohíbe la apertura de las urnas, así que el gane es seguro.
-Bueno camaradas -dijo Lucifer satisfecho, cerrando formalmente la sesión-, pueden retirarse.
Cómo han cambiado las cosas, pensó con una taimada sonrisa. Pasamos de una “monarquía” a una “dictadura del proletariado”. Cambiaron los nombres de las instituciones, pero seguimos siendo lo mismo, solo que ahora me veo más moderado al llamarme “popular” y “demócrata”.¿Quién me iba a decir a mí que me iba a ser tan útil hacer el infierno comunista…?
*Abogado, máster en leyes.
@MaxMojica