En el año recién concluido, estrenamos emojis en Facebook: El corazón, la carcajada, la carita triste y la cara encachimbada; todos sentimientos que marcan el subibaja de emociones en nuestras vidas. El gran ausente es un emoji de nervios de punta, mismo que mejor caracteriza la intensidad del planeta convulsionado en que vivimos.
Nervios de punta el 10 de abril en el Perú, cuando PPK le gana a Keiko Fujimori por tan solo 4 mil votos. El 23 de junio en Inglaterra cuando, contra todo pronóstico, gana el Brexit. El 2 de octubre en Colombia, cuando el mundo perdió la apuesta por el Sí a la Paz en un referéndum. El 8 de noviembre, fecha del “Trumpquake” in the USA, la gran incógnita de 2017. Ta ta ta tannnnnn…
La guerra Siria, de casi 6 años, medio millón de muertos y millones de refugiados, también merece un emoji de nervios de punta (además de la carita triste y la encachimbada). Arena de guerra fría entre Sam y Putin, poderes atrás de los anti-Assads y los Assads. Corriente de inmigrantes en busca de supervivencia, cinco mil de los cuales naufragaron frente a las costas de Italia, y millones que esperan piedad en una Europa antinmigrante. Holocausto del nuevo siglo que en Aleppo vimos, pero nada hicimos. Triste.
Carita triste también para las víctimas del terrorismo en Niza, Bruselas, Islamabad, San Bernardino, Orlando, Egypt Air, Nueva York, Estambul, Berlín y demás.
Carita eufórica en Latinoamérica, pues se quedó sin presión la olla obsoleta del socialismo. Los venezolanos iniciaron 2016 con una asamblea antichavista, y lo termina en miseria culpa de un Maduro que no cayó, pero poco le falta. Los ches con no más Kirchner y nuevos Macribrillos. Evo se quedó sin una cuarta guayaba en el poder, cuando su pueblo boliviano le prohibió reengancharse en 2019. Al pueblo salvadoreño no le dan más atol con el dedo. Al nica creo que sí.
Papá Fidel pasó a peor vida la noche del Black Friday. Aunque, con o sin los Castro, el camino hacia la democracia cubana lo trazó Obama el año pasado y, este año, lo reafirmó, como primer presidente gringo (desde 1928), que disfruta mojitos en La Bodeguita, y baseball el parque de pelota de la isla. Pate chucho el moreno, quien también fue el primer US President to visit Hiroshima después del bombazo del 45. Y no dijo I’m sorry.
También, este año, American Airlines, 55 años después, aterriza un vuelo comercial, entre Miami y La Habana. Otra seña del fin fue que, a pesar del satanismo comunista del rock & roll, los Rolling Stones gritaron “I can’t get no” ante 1 millón de cubanos. “No satisfaction!”.
Carita alegre al ver tanto trapo corrupto salir al sol. En Brasil, la mancuerna Lula- Dilma humillada y sin poder. En la colada se fueron sus paisanos Santana y Odebrecht, con todo y su beneficiado, mi presidente Funes (2009 a 2014), fanático de Ferraris, Rolex, Blue Label y Ferragamos. ¡Qué vergüenza!
Mi exfiscal también cayó en tentación, pues su voluntad vendió, cuando el mensajero del presidente, en la bolsa de su chumpa, un montón de billete presuntamente depositó. Mi alcalde también la regó por sus presuntos negocios turbios en un contrato de iluminación, y por la investigación que se hace sobre un búnker de troles, difamadores y clonadores de sitios web. ¡Uno de cipote es tonto!
Digno de un thriller de Hollywood, Arquímides el fiscal, también enchuchó a Saca (antecesor de Funes 2004 2009), y tres de sus compinches, en plena boda de su hijo. En un abrir y cerrar de ojos, pasan de alta alcurnia a señalados de la sociedad, culpa de sus supuestas manos peludas.
Otro thriller seguro será “Panama Papers”, el leak (fuga) más grande de data digital, que iluminó un paraíso fiscal adonde presidentes, ministros y empresarios refugian millones. Qué galán.
¿Qué emoji le pondría usted a tanto presunto corrupto? Calma, no pierda sus cabales. El siguiente martes seguiremos con más emojis 2016; muchos de los cuales son positivos.
*Columnista de El Diario de Hoy.
calinalfaro@gmail.com