Venezolanos huyen hacia Brasil en busca de atención médica

Miles de venezolanos llegan mes a mes al centro de Roraima, en la frontera entre ambos países, que se ha visto desbordado

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elsalvador.com

Por Agencias Internacionales

2017-01-03 7:00:00

CARACAS. Según un artículo publicado por The Washington Post las autoridades brasileñas de salud en la frontera con Venezuela tuvieron que declarar un estado de emergencia por 180 días para lidiar con la ola de pacientes venezolanos que están arribando al país.

Una crisis económica en espiral y la hiperinflación han dejado a los hospitales venezolanos sin agujas, vendas y medicamentos. Desesperados por atención médica, y a menudo indocumentados, los pacientes están abrumando las salas de emergencias brasileñas mientras siguen llegando de a miles.

“La demanda está creciendo más rápido de lo que puedo manejar”. Así se refirió Marcilene Moura, directora del hospital general de Roraima, ubicado en la frontera entre Brasil y Venezuela, sobre la difícil situación que atraviesan las clínicas de esa región por la gran cantidad de venezolanos que huyen de su país en busca de asistencia médica.

“Cada mes el número de pacientes crece exponencialmente. ¿Cómo puedo planificar eso?”, agregó la doctora, de 45 años, a The Washington Post.

Roraima es un estado humilde del norte de Brasil, que sirve como puerta de entrada al país para los venezolanos afectados por la alarmante crisis sanitaria.

Para lidiar con la cantidad de personas, el hospital trasformó salas de espera en pabellones, añadiendo tantas camas como el espacio permitía. Pero la demanda es tan alta que incluso se empezaron a utilizar más pasillos. Moura alertó que está invirtiendo el presupuesto anual del hospital en seis meses. El 40% de los pacientes en la unidad de cuidados intensivos son extranjeros, y cada uno cuesta hasta 1.500 dólares al día.

Los hospitales brasileños terminan cuidando no solo a los pacientes venezolanos, sino también a sus familias, quienes muchas veces no tienen un lugar para pasar la noche, dinero o comida. Muchas veces tienen que dormir en las sillas del hospital y dependen de los servicios gubernamentales para comidas y duchas.

Esta sobrepoblación de pacientes provoca otra crisis. Y es que en ese estado no cuentan con instalaciones suficientes para albergar los cuerpos de los muertos.

El prestigioso periódico norteamericano señaló que algunos cadáveres permanecieron durante meses en la morgue de la estación de policía. Incluso cuando las autoridades se encontraron saturadas de cuerpos, llegaron a apilarlos de a dos por cajón.

El Ministerio de Salud de la nación más grande de Latinoamérica debate incluso la construcción de un pueblo hospitalario que atienda únicamente a los venezolanos y han creado un centro de respuesta para ofrecerles comida y servicios médicos a los inmigrantes que llegan al país sin dinero, conocidos, o medios para desenvolverse.

En septiembre pasado, el hospital de Roraima admitió a 100 pacientes. Pero ese número se duplicó en diciembre. Debido a la afluencia de enfermos, los directivos de la clínica transformaron salas de espera en salas para atender.

“¿Qué pasa si esto continúa? Me quedaré sin suministros a mediados del año”, indicó Marcilene.

A raíz de la falta de medicamentos y de asistencia médica que sufren los venezolanos, la médica reveló que, en promedio, son hospitalizados tres veces más que los brasileños. Puesto que los primeros llegan en peores condiciones.

A principios de este mes, el gobernador de Roraima declaró el estado de emergencia y pidió fondos federales para ayudar a mitigar la crisis. El Ministerio de Salud de Brasil está debatiendo una propuesta para construir un hospital fronterizo que pueda servir mejor a los inmigrantes venezolanos.

“Pronto estaremos tratando con un campo de refugiados”, apuntó Ivan Soriano Andrade, secretario adjunto de Salud de Roraima.

“Tenemos una bomba de tiempo en nuestras manos”, concluyó.