La presentación personal ¿Cómo ser un empleado atractivo?

Una buena imagen, física y profesional, te convertirá en un empleado atractivo, más competitivo y con mayores oportunidades de ascenso.

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Foto de referencia/Archivo / Foto Por Shutterstock

Por Redacción EDH

2017-01-02 9:19:00

La presentación personal es el mejor argumento para causar una primera buena impresión y mantenerla a lo largo de tu carrera laboral. La imagen de cada individuo es el reflejo de su personalidad, carácter, confianza y hasta ambiciones profesionales.

Hay que aclarar que la presentación o imagen personal va más allá que la mera apariencia física. Si bien incluye detalles perceptibles a simple vista como el vestuario, corte de cabello o el aliento, también implica un conjunto de acciones o actitudes que demuestran qué tipo de profesionales somos.

Existen muchos atributos que contribuyen a la formación de la imagen personal, incluyendo la actitud del trabajador, su comportamiento (cuando lo ven y cuando no), el tono y volumen de su voz, gestos y sonrisa con la que llega cada mañana a su lugar de trabajo.

No importa si es una oficina privada y lujosa, un restaurante exclusivo o uno más popular; independientemente del oficio o profesión, un empleado con una correcta imagen generará confianza inmediata en el cliente, proveedor o público con el que interactúe. 

Paulatinamente, será objeto de mayor comprensión y podrá optar incluso por un asenso con mayor facilidad. 

La imagen personal es el contenido de lo que somos y se refleja en todo. En la sonrisa, brillo de los ojos, entusiasmo, actitud para el trabajo, expresiones verbales y hasta en la ropa que utilizamos. 

Algunos estudios señalan que entre los primeros cinco y 30 segundos de interacción, una persona puede afianzar o no el éxito de la comunicación con su interlocutor. 

Por eso, en pocos segundos, dependiendo de nuestra postura, tono de voz, indumentaria y ademanes y gestos, los clientes, jefes y colaboradores pueden hacerse una idea de nuestra autoconfianza y personalidad, de quiénes somos y cuánto nos importa el trabajo. 

Vestuario

Las altas competencias educativas y de experiencia laboral deben ser congruentes con la proyección física. Por ejemplo, una vestimenta conservadora dará la idea de poca flexibilidad y sin aceptación de cambios; y una muy moderna, o fuera de contexto, confundirá sobre la seriedad del asunto. 

Expresión

El protocolo señala que al interactuar con una persona cuyo grado académico sea mayor al nuestro o pertenezca a una generación anterior, el trato debe ser de “usted”. Debe ser la otra persona quien solicita el tuteo y nunca hacerse en el primer encuentro.

Además, como los ademanes son la expresión física de la palabra, y en algunos casos hasta la sustituye, también merecen ser cuidados. El abuso de movimiento de manos al hablar denotan descontrol e impaciencia; en cambio, no usarlas refleja desanimo o falta de energía o entusiamo con la actividad.

Cortesía

Además, toda empresa debe contar con personalidad propia porque sus empleados, clientes y proveedores perciben su actitud y comportamiento. Una gran ancla para asegurar que la comunicación sea efectiva y permanente es la cortesía genuina, con tolerancia, respeto y amabilidad. 

La tarjeta de visita, el saludo y normas de tratamiento con todos sus públicos son esenciales para que una persona decida volver o no a una organización.

Entonces, cuidar la imagen personal desde la primera impresión nos dará ventaja competitiva y abrirá incluso oportunidades para otras ocasiones de encuentro. Una primera impresión exitosa generará confianza, flexibilidad y apertura; en pocas palabras, permite ganar el 50 % del terreno.