El exministro de Seguridad Pública, Francisco Bertrand Galindo, considera que este año la tendencia de homicidios podría continuar, tal como sucedió en 2015 y 2016.
Ayer el director de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, confirmó que el año pasado fueron asesinadas 5,278 personas. En 2015 las víctimas fueron 6,656, lo que representa reducción de 1,378 al comparar los dos períodos.
“Veo difícil que se haya avanzado como para que caiga esa tendencia (de homicidios)”, subrayó Bertrand Galindo.
Para él debería existir una separación entre los policías y militares asesinados, los delincuentes muertos, y pandilleros que mueren por pugnas entre las estructuras y enfrentamientos con las autoridades, para establecer la cifra de aquellas personas que murieron a manos de la violencia pero no estuvieron relacionadas con ningún hecho delictivo.
El 2016 cerró con la muerte de 45 policías y 27 soldados. Mientras que de acuerdo a cifras de la Policía, 603 presuntos pandilleros murieron en supuestos ataques con las autoridades en 650 balaceras.
El exministro opinó que las medidas extraordinarias impulsadas por el Ejecutivo sí han tenido resultados y al hablar de ellos señaló que no debe limitarse a la cantidad de homicidios cometidos, sino tomar en cuenta tres puntos: la recuperación de territorios controlados por pandillas por parte de las fuerzas de seguridad pública, la importancia “relativa” de la operación Jaque y saber si existen sectores donde ha reducido el delito de la extorsión.
“Con esas tres informaciones podríamos nosotros decir si esto va mejorando o esto no va mejorando. Yo en lo personal creo que debe ir mejorando pero no logramos saber el impacto”, manifestó Bertrand Galindo.