Francfort, Alemania. Los terremotos, tormentas e inundaciones provocaron costos de $175,000 millones en 2016, la cifra más alta en cuatro años.
De dicho monto las aseguradoras y reaseguradoras globales tuvieron que asumir cerca de $50,000 millones, casi el 30 %, de las pérdidas, dijo este miércoles la reaseguradora germana Munich Re AG en un informe.
En 2012 el valor de los daños ascendió a $180 000 millones, precisó el estudio.
El año pasado, los desastres naturales de mayor envergadura se produjeron en Asia, para el caso el documento revela que los costos totales del terremoto de Japón en abril, y las inundaciones de China en junio y julio, superaron a los del huracán Matthew en EE.UU. a finales del año, dijo.
Después de tres años de escasas pérdidas, el incremento de las cifras de 2016 supone una vuelta al rango medio.
“Después de tres años relativamente tranquilos en materia de catástrofes naturales, las cifras de 2016 suponen una vuelta a la media”, dijo en un comunicado Torsten Jerrowek, miembro del directorio de Munich Re.
De acuerdo con las cifras de la reaseguradora, en total se registraron unos 750 fenómenos climáticos o geológicos extremos en 2016, muchos más que los 590 casos constatados de media en los últimos diez años.
Munich Re destaca que dos catástrofes -varios terremotos en Japón en abril y una oleada de inundaciones en China entre junio y julio- fueron las más costosas, provocando respectivamente $31, 000 millones y $20,000 millones en daños.
Norteamérica sufrió el mayor número de catástrofes en 2016 desde 1980, con 160 desastres naturales. La mayor fue el huracán Matthew, que tuvo el mayor impacto en Haití, que todavía se estaba recuperando del terremoto de 2010.
El huracán Matthew costó la vida a 550 personas en Haití y causó serios daños en la costa Este de EE.UU.; en total unas pérdidas de $10,200 millones, de los cuales algo más de una tercera parte estaban aseguradas.
Norteamérica también sufrió incendios en la ciudad canadiense de Fort McMurray en mayo e inundaciones en los estados del sur de EE.UU. en verano.
La suavidad del invierno en Canadá, con menos nieve de lo habitual, y las olas de calor y sequías que siguieron fueron la principal causa de los devastadores incendios que afectaron a la región de Alberta y generaron pérdidas de $4,000 millones.
Las inundaciones en agosto en Louisiana y otros estados estadounidenses generaron pérdidas de $10,000 millones.
Las lluvias torrenciales causaron inundaciones a finales de mayo y principios de junio en Europa, especialmente en Alemania y en París, causando pérdidas de $6,000 millones, la mitad de ellas aseguradas.