El Gobierno terminó 2016 con la tarjeta de crédito al límite

Las Letras del Tesoro o Letes alcanzaron un saldo final de $1,072 millones a diciembre. 

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El uso de dinero plástico está bien extendido en El Salvador, pero debe manejarse con cuidado. / Foto Por Archivo

Por Karen Molina

2017-01-05 6:42:00

El Gobierno terminó 2016 con un saldo total de $1,072.5 millones en su tarjeta de crédito, es decir en su deuda de corto plazo, financiada principalmente por las Letras del Tesoro (Letes). 

Este es el saldo más alto al que el Gobierno ha llegado en su historia pues nunca antes había alcanzado una cifra como esta ni rozado el límite de emisión que le permite la Ley.  Su saldo más alto en años anteriores fue, en promedio, entre los $700 y $800 millones, pero nunca había sobrepasado los $1,000 millones. 

El límite legal que podía emitir el Gobierno era de $1,327 millones, pues según el artículo 5 del presupuesto de 2016 solo podía emitir un equivalente al 30% de los ingresos corrientes. 


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A eso hay que aclarar que el saldo total utilizado por el gobierno fue en realidad de $1,305.8 millones, pues hay que deducirle un pago  $132.6 millones que Hacienda hizo en diciembre.  

La cifra ya era esperada por   los economistas, que sabían que el Gobierno llevaría al límite el uso de este recurso financiero en vista de las dificultades de caja que enfrentó en el último semestre del año. 

El Ministerio de Hacienda financió con Letes muchos de sus gastos, sobre todo subsidios y gastos corrientes, que debió incorporar al presupuesto general y no lo hizo. 

Su falta de liquidez le llevó a mencionar que el país podría caer en un “default” o impago si no se contaba con dinero inmediato. Y las Letes fueron el recurso ideal pues no necesitan de la aprobación de la Asamblea Legislativa para emitirlo. 


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Además, era su único recurso disponible pues las bajas calificaciones crediticias que le dieron tres agencias (Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s) en los últimos meses, le redujeron la posibilidad de acceder a financiamiento de largo plazo, como bonos o créditos con organismos internacionales. 

De hecho, también le fue difícil que le prestaran este dinero a través de Letes. Desde noviembre de 2016 el Gobierno solicitó a bancos y otros organismos que le compraran Letes que iban desde los $50 mil hasta los $200 millones, pero dichas convocatorias no tuvieron éxito en el mercado bursátil y nadie compró nada. 

Además, las ventas de Letes  anteriores le han costado más dinero al Gobierno pues antes   pagaba intereses que rondaban el 4%, pero desde que la deuda comenzó a subir, ahora debe pagar hasta 6% por pedir prestado ese dinero. 

Economistas como Rommel Rodríguez, de Funde, y Luis Membreño, aseguran que esto empeorará si el Gobierno sigue utilizando este recurso.

Pago con bonos 

Lo que el Gobierno ha hecho comúnmente en años anteriores es adquirir un préstamo de largo plazo para pagar casi la totalidad de las Letes y con ello pasar esa deuda de corto plazo a largo plazo, como un refinanciamiento. 

Pero al no contar este año con un financiamiento de largo plazo, su saldo en Letes ha crecido sin parar. 


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Ahora el Gobierno está esperanzado en la próxima  colocación de $550 millones en bonos, cuya operación financiera se espera hacer este mes, cuando la bolsa ya esté en plena actividad y se dé el momento adecuado para colocar dicha deuda. 

Sin embargo, de ese dinero apenas se destinarán $270 millones para las Letes, lo que dejará siempre al Gobierno con un saldo significativo que tendrá que pagar o refinanciar con otro préstamo. 

El Gobierno pretendía inicialmente la aprobación de $1,200 millones en bonos,  pero tras un acuerdo con el principal partido de oposición, ARENA, solo se le permitirá $550 millones de momento. 

Además, con ese acuerdo, el Gobierno se ha comprometido a reducir sus gastos.